La Policía Nacional ha detenido en Alicante a un matrimonio y a su hijo menor de edad acusados de pertenecer a una organización criminal que reclutaba a menores suecos y daneses para cometer asesinatos y atentados con artefactos explosivos.
La operación, en colaboración con las policías de Suecia y Dinamarca y coordinada por Europol y Eurojust, se ha saldado con el arresto de los tres miembros de una familia, todos ellos suecos, que presuntamente captaban a los potenciales asesinos a través de un canal de Telegram, según informa este miércoles la Dirección General de Policía en una nota.
Los detenidos pertenecen a una organización criminal más amplia radicada en Suecia y otros países de Europa del Este.
La operación se inició con la detención de un menor de edad sueco en Benalmádena (Málaga) que había viajado a España con la supuesta intención de asesinar a un miembro de un grupo motero rival, un hecho que finalmente no se produjo por la intervención policial.
Los miembros de la red tenían previsto enviarle un fusil de asalto y habían planificado un plan de huida a través de un patinete eléctrico.
En paralelo, otros dos menores suecos fueron detenidos en Dinamarca, hasta donde se habían desplazado con la intención de cometer otro asesinato que tampoco materializó, y a quienes se les intervinieron dos armas de fuego.
Una vez detenidos, los agentes iniciaron las pesquisas para localizar, identificar y detener a los miembros de la organización que reclutaban a los jóvenes, encargaban los asesinatos, gestionaban el tráfico de armas y drogas y blanqueaban el dinero, detalla la Policía.
Los investigadores determinaron que el hijo menor jugaba un papel fundamental en la contratación y el pago a los menores de edad captados para la comisión de los asesinatos y atentados.
A principios de noviembre, agentes del Grupo Operativos Especiales de Seguridad (GOES) de la Policía Nacional realizaron una entrada en un domicilio del municipio alicantino de San Juan en el que detuvieron a los padres y el menor.
La vivienda era el centro de operaciones del grupo criminal, desde donde manejaban las cuentas de Telegram para captar a los jóvenes y dar las órdenes para la ejecución de los asesinatos.
La operación se ha financiado con fondos europeos del Fondo de Seguridad Interior de la Unión Europea y está enmarcada en la estrategia global que busca establecer un entorno de seguridad para el futuro, combatir las amenazas emergentes, proteger a los ciudadanos europeos del terrorismo y forjar un ecosistema de seguridad entre los países de la Unión