Artesano ilicitanoLa suspensión de la Semana Santa por la crisis del Coronavirus ha supuesto
un varapalo
económico para el sector de la palma blanca. En Elche solo
cinco empresas representan el 95% de toda la producción, sus
ingresos proceden casi al 100% de esta artesanía. El tejido social y laboral
incluye también a los palmereros, auxiliares, empresarios o trenzadores,
mujeres principalmente.
Desde la asociación de palmereros de Elche y Volem Palmerar piden
a la administración local y autonómica y al Obispado que tomen conciencia de la
problemática y ayuden al gremio en esta crisis. Piden préstamos a coste cero y
subvencionar el gasto energético de la conservación de la Palma en cámaras de
frío. Además de habilitar la cámara de frío del Ayuntamiento para uso de los
pequeños productores. Uno de los artesanos, Felipe Navarro Hidalgo, ha escrito
una carta al papa para que se pueda hacer la procesión del Domingo de Ramos una
vez pase el coronavirus, según ha informado TeleElx.
La desaparición de esta artesanía, han dicho, supondría una merma irrecuperable de
los valores culturales ligados al Palmeral y un impacto negativo sobre el
paisaje y los valores ambientales.
Por
videoconferencia, el alcalde de Elche,
Carlos González Serna, se reunió con la Associació de Desenvolupament Rural del
Camp d’Elx (ADR), la Asociación de Palmereros de Elche, Volem Palmerar y Artesanos
de Palma Blanca, y acordaron por
unanimidad suspender la venta “online” de dicho producto en prevención de situaciones
de riesgo para los transportistas y los ciudadanos.
El alcalde y las cinco familias dedicadas a la artesanía
de Palma Blanca entienden que “estamos
en tiempos en los que tenemos que debemos reducir al máximo la movilidad en la
ciudad, por lo que la venta masiva de dicho producto durante la crisis
sanitaria es contraproducente, ya que produciría un elevado número de
desplazamientos innecesarios en estos momentos de cuarentena”.
Los artesanos pidieron al alcalde
que mediara con la Iglesia para que ésta organice una procesión de las palmas
cuando pase la crisis sanitaria del coronavirus. Las familias artesanas de la
palma blanca han recibido numerosas muestras de cariño y solidaridad. El
trabajo de todo un año perdido. Uno de ellos, Felipe Navarro Hidalgoha escrito una carta de su puño y letra al Papa explicando la
situación actual yrelata cómo han trabajo todo el año en trenzar las
palmas que no tendrán salida y cómo Elche se va a quedar sin su tradición.
Confía poder sacar las palmas a la calle
en otra fecha cuando pase el confinamiento.
González dijo que “esta festividad
aparte de ser una tradición y Fiesta de Interés Turístico Internacional, es
litúrgica y su traslado no sería posible”. Aun así,dijo estar en
permanente contacto con los responsables
de la organización de la Semana Santa, con la Junta Mayor de Cofradías y
Hermandades y con el vicario episcopal para “poder llevar a cabo una gran
celebración basada en nuestras tradiciones, en todo aquello con lo que nos
identificamos una vez finalice el estado de alarma”.
“Estoy seguro –ha dicho el primer edil- que
tendremos la oportunidad de recorrer las calles de la ciudad con las palmas,
pero en cualquier caso estas cuestiones vamos a analizarlas para cuando
finalice la situación de emergencia sanitaria por el coronavirus”, ha
concluido.
Días antes se intentó por la Associaciò per al Desenvolupament Rural
del Camp d'Elx incentivar la venta de palma blanca. La
iniciativa pretendía apoyar a las familias que se dedican a este oficio,
después de la cancelación de las procesiones por la crisis sanitaria del coronavirus, pero se paralizó ayer al poco de comenzar por los
motivos expresados, dado el alto interés de los ilicitanos por comprar palma
blanca para colocarla en balcones, lo que iba a generar muchos desplazamientos de
personas durante la cuarentena.
Desde que se cancelaron las procesiones
de la Semana Santa por la crisis del coronaviruslas familias de
artesanos han mostrado su preocupación por las pérdidas ecónómicas que iban a
tener que soportar. Se trata de un oficio que trabaja durante todo el año para
un día, que es el Domingo de Ramos. Guardar la palma de un año para otro no es
una opción. Se precisa de cámaras frigoríficas de las que nos disponen y no
toda la palma aguanta bien.
Cuidado y confección de las palmas
Los talleres de palma blanca confeccionan las que han
de ser portadas en la procesión del Domingo de Ramos. Y como es ya tradición
cada Semana
Santa, desde el Huerto de San Plácido parten las palmas lisas y trenzadas que
los artesanos ilicitanos confeccionan a petición del ayuntamiento para enviar al
Papa al Vaticano,
a los Reyes a la Zarzuela y al presidente del Gobierno a la Moncloa.
También se envía palmas al Obispo de la Diócesis y al presidente de la
Generalidad Valenciana.
Se trata de un trabajo, que según el alcalde Carlos
González, es decisivo para conservar una tradición que procede del siglo XIV y
con el que se elaboran auténticas obras de arte. Además, Elche es una de las
pocas ciudades en el mundo donde se trabaja la palma blanca.
Como cada año, símbolos tan característicos como la
cruz, Jesucristo crucificado o la Virgen de la Asunción protagonizan estas
espectaculares palmas de más de tres metros de altura. Aunque, según el
artesano Francisco Serrano Valero, cada vez es más difícil su diseño para no
repetir. Explica que es muy importante el tipo de hoja de palmera para
conseguir una buena palma blanca. Las palmas blancas parten desde Elche humedecidas en agua y
azufre, envueltas en plástico y dentro de un armazón de madera
para que no sufran ningún daño debido a su fragilidad.
Las palmas comienzan a ser preparadas
enero. Su altura es de tres metros y tienen adornos relacionados con las
tradiciones ilicitanas y la iconografía religiosa. La delPapa suele llevar
una cruz, la de laReinauna imagen de la Virgen de la Asunción y la
delpresidente
del gobiernoadornos con flores.
Un hortelano municipal cuida el
palmeral de Elche a lo largo del año y una de las tareas que realiza es la del
encaperuzado, cuyo objetivo es la obtención de la palma blanca para el Domingo
de Ramos. Consiste en atar las palmas de modo que queden plegadas, cerradas, y
evitar así que la luz llegue hasta las palmas nuevas que crecerán en el centro
de la caperuza. De esta manera las nuevas palmas no pueden producir clorofila,
quedando del característico color blanco. Las palmas encaperuzadas un año son
cortadas al siguiente. Realizada correctamente esta labor, no perjudica a la
palmera, aunque serán necesarias al menos dos temporadas de crecimiento para
que vuelva a su aspecto anterior, y la operación no puede ser repetida hasta
pasados cinco años.
La primera referencia documental que
se tiene de esta tradición al mismo está fechada en 1429: se trata de un
acuerdo del gobierno municipal en el que se menciona a unos vecinos de la villa
que habían sido detenidos en Valencia donde habían acudido a vender palmas
blancas para el Domingo de Ramos.
Actualmente se mantiene
esta importante actividad comercial de las palmas con las que Elche surte a
España y a diferentes países europeos. En la ciudad, durante el viernes de
Dolores y el sábado se instala mercadillos en diferentes puntos de la ciudad,
especialmente en la Plaça de Baix, junto al edificio del Ayuntamiento
ilicitano.
Las
palmas, acabadas las procesiones, son colgadas en balcones y ventanas ya que,
al estar bendecidas al inicio de la procesión, sirven de protección a los
habitantes de la casa. También, suelen servir de ornamentación al Monumento del
Jueves Santo e, incineradas al año siguiente, sirven para marcar las frentes de
los cristianos en la ceremonia del Miércoles de Ceniza, al inicio de la
Cuaresma.
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