Uva/EPDAEn unos días celebraremos la
Nochevieja, la última noche
del año, ese momento en el
que, como decía Mecano en
una de sus míticas canciones,
toca hacer balance de todo lo
bueno y malo que nos ha ocurrido durante los últimos 365
días. Además, la tradición
manda y toca comer 12 uvas
al son de las campanadas,
que marcan el fin de un año
y el comienzo de otro entre
besos, abrazos, llamadas y
brindis con familia y amigos.
Para despedir el año todos
buscamos disfrutar de la uva
más dulce y exquisita, y esa
no es otra que la uva de mesa
embolsada del Vinalopó. Esta uva se protege envolviendo los racimos dentro de bolsas de papel, donde maduran
y logran la perfecta maduración que las ha llevado a alcanzar gran fama entre los
consumidores. Está variedad
está también protegida con el
distintivo de Denominación
de origen y desde 2018 se exporta a China.
Origen y tradición
Aunque la denominación de
origen fue creada el 24 de noviembre de 1982, el cultivo de
la uva es conocido en el valle
del Vinalopó desde tiempos
ancestrales. La primera referencia a su cultivo a través del
embolsado nos conduce hasta la localidad de Novelda en
el año 1919. Hace más de 100
años que esta técnica se practica con gran éxito en tierras
alicantinas, donde presumen
con orgullo de su uva.
La tradición de cultivar
uvas de mesa dentro de bolsas data de principios del siglo XX, cuando el agricultor
alicantino Manuel Bonsuoti
tuvo la ocurrencia de proteger sus cultivos de los golpes
de sol, los pájaros y posibles
plagas de insectos de esta ingeniosa manera. Al producirse en el interior de la bolsa,
la maduración del racimo es
tardía, lo cual hace que la uva
adquiera mejores propiedades, tales como una piel muy
fina y agradable, un racimo
de color uniforme y una mayor limpieza, debido a que
el racimo está dentro de la
bolsa.
Control de calidad
La Denominación de Origen
Uva de mesa embolsada del
Vinalopó certifica la procedencia de las uvas y los controles de calidad a los cuales
ha sido sometido cada racimo, superando las exigencias
marcadas por el consejo regulador para obtener un producto de máxima calidad. Para certificar los racimos, se
colocan vitolas en los mismos
y se ponen separadores en
las cajas, acreditando de esta manera que el producto
se ha sometido al pertinente control.
Una vez superado el exigente control de calidad, las
Uvas de mesa embolsada del
Vinalopó son comercializadas en tiendas y mercados,
donde se la considera un producto gourmet, dentro del
amplio abanico de variedades habituales de consumo
de uva de mesa. Para llevar a
cabo los controles de calidad
y poder trasladar este manjar a los mercados de todo el
país, hay que hacer un trabajo muy importante, con el objetivo de que las uvas lleguen
en un estado más que óptimo
a la exigente mesa del consumidor final.
Las mujeres son auténticas
expertas en realizar este minucioso proceso, ya que recortan los racimos, desechando las uvas de menor tamaño
o maduración excesiva. Solo
pueden quedar racimos simplemente perfectos. Estas trabajadoras realizan un trabajo
exhaustivo y ejemplar que ha
hecho que año tras año esta
uva alicantina se posicione
mejor en el mercado y se convierta en un indispensable en
estas fechas tan señaladas.
Variedades
Existen distintas variedades
de uva del Vinalopó, aunque
la más importante es la Ideal,
muy grande y de un sabor similar a la uva moscatel, de
maduración anticipada y cuyo consumo suele tener lugar durante los meses de septiembre a noviembre. Aledo
es la otra variedad de la uva de mesa embolsada del Vinalopó y se caracteriza por
ser más tardía y de menor
tamaño. El consumo de esta uva suele producirse entre los meses de noviembre
y enero y es la típica de Nochevieja.
Esta uva está producida en
los siete municipios alicantinos que conforman el valle:
Aspe, Hondón de los Frailes,
Hondón de las Nieves, Monforte del Cid, Novelda, La Romana y Agost. Un 60% de la
producción de esta variedad
de uva se consume en nuestro país y un 40% se exporta, aunque la tendencia parece indicar que esta situación
podría dar un vuelco gracias
a la exportación a China.
Propiedades
La Uva de mesa embolsada
del Vinalopó tiene propiedades antioxidantes, especialmente en su piel y sus
pepitas, que contienen altos niveles de Resveratrol,
que previene enfermedades
cardiovasculares y cancerígenas. La concentración de
Resveratrol en la uva depende de la climatología, la tierra, la época de recolección
y la localización.
Para los más pequeños,
aporta energía, vitaminas
y minerales que son fundamentales para su crecimiento. Para los mayores, gracias
a su alto contenido en antioxidantes, la uva del Vinalopó
es el mejor antídoto para los
radicales libres, junto a una
correcta y adecuada alimentación. Además, la uva del
Vinalopó es una gran fuente de fibra e hidratación.
Son cómodas de comer, gracias a su presentación para
su posterior ingesta. De esta forma, cualquier ocasión
se convierte en una oportunidad ideal para disfrutar
grano a grano del delicioso
sabor de la Uva de mesa embolsada del Vinalopó. Ya que
la mayor concentración de
sus beneficiosos compuestos
se encuentra en la piel y en
las semillas, todas las variedades son con semillas, casi imperceptibles al paladar,
lo que nos garantiza un gran
aporte nutricional.
A nivel visual, los racimos
de estas uvas son casi perfectos, ya que gozan de un
color uniforme gracias a su
maduración en el interior de
la bolsa y el trabajo de pulido
y recorte en la cooperativa
les da un aspecto impecable.
En boca, la piel es muy fina
y agradable, ya que no se nota apenas su presencia. Con
poca resistencia a la presión,
estallan en la boca de forma
suave y se nota enseguida la
abundancia de zumo y pulpa
dulce. Las pepitas, que carecen de amargor, se pueden
comer o desechar. El punto
de maduración tardía permite un dulzor especial. Los
racimos llegan protegidos a
su manipulación, garantizando así que no se hayan dañado en el proceso.
Números
La producción de la uva de
mesa embolsada del Vinalopó genera unos 13.000
puestos de trabajo directo.
El 2020 fue un buen año para los agricultores, según señalan desde el Consejo Regulador de la DOP de la uva del
Vinalopó, ya que debido a las
restricciones la gente consumía más en casa. Por su parte, 2019 fue un año muy complicado debido a la DANA,
que generó uno de los peores episodios de gota fría que
se recuerdan en la comarca.
La producción, aseguran,
no corre peligro este año, ya
que aunque reconocen que
no ha sido tan estable como el año pasado, tampoco
ha tenido la complejidad de
2019. Desde la DOP de la uva
del Vinalopó reconocen que
este año será más cara debido a la subida de la energía,
que lleva meses disparada y
ha encarecido productos y
servicios de todos los sectores. La producción del campo, que cuenta con la protección de la DOP, tuvo un
valor de 26 millones de euros en 2020, mientras que
el de la comercializada, que
no cuenta con ese paraguas,
fue de 9,5 millones de euros.
Fin de año
Llega el fin de año, donde la
uva se va a convertir en protagonista antes de la llegada de
un 2022 que esperemos que
nos traiga el definitivo fin de
la pandemia de coronavirus.
Por ello, nada mejor que celebrar el final de este año que
con esta uva de nuestra tierra, todo un orgullo de la provincia de Alicante y que cada
Navidad llega a las casas de
toda España para decir adiós
a un año y dar la bienvenida
al siguiente, con la esperanza
de que sea mejor que el anterior y nos traiga todo aquello
que deseamos.
Debemos estar orgullosos
de nuestras raíces y de todo lo que bueno que tiene
nuestra tierra y presumir de
ello, para que las personas
de otros lugares puedan llegar a conocerlo y disfrutarlo
tanto o más que nosotros. Y
no solo debemos hacerlo en
Navidad, sino durante todo
el año, para que el nombre
de la provincia de Alicante
recorra el resto de España y
también otros países en cualquier momento.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia