Kenia/EPDALa ONG calpina “Visió sense
Fronteres” que coordina Isabel Signes
retoma su actividad tras el parón que supuso la pandemia y la
imposibilidad de viajar al extranjero y emprende una nueva campaña de
prevención y tratamiento de la ceguera evitable a partir del jueves en Kenia.
El equipo médico formado por tres cirujanos oftalmólogos, dos enfermeras, tres
optometristas y un médico se desplazará a Nairobi donde colaboraran con dos
hospitales de la zona.
Está previsto que hasta el 15
de octubre se realice un maratón de intervenciones quirúrgicas ya que hay
programadas entre 250 y 300 operaciones a pacientes con problemas importantes
de visión y que, por las condiciones en las que viven, no pueden acceder a este
tipo de operaciones de la vista.
Isabel Signes señala que “desde
la población local ya se ha hecho una labor inmensa en el diagnóstico , están
muy organizados y eso nos permite ser más ágiles. La operación de cataratas es
rápida y segura, es una operación ambulatoria, revisamos los ojos al día
siguiente y damos las indicaciones de medicación. Salimos el 7 de octubre y la
mayor parte del equipo vuelve el 15, yo
me quedaré para ofrecer unas clases de optometría en la Universidad y realizar
las revisiones. Vamos a colaborar con dos hospitales de los suburbios de
Nairobi”.
El material quirúrgico, las
lentes intraoculares y la medicación de esta campaña la aportará la ong Visió Sense Fronteres.
La historia de Visió sense
Fronteres comienza en el año 1998 cuando
Isabel Signes asiste a una charla realizada en Gandía y conoce personalmente
a Vicente Ferrer descubriendo toda la labor humanitaria que estaba
realizando en la India. De estas conversaciones surge la idea de poder realizar
revisiones visuales a los niños que ellos apadrinaban y a cualquier otra
persona que lo necesitaran.
Isabel viaja hasta la India con
una maleta llena de gafas, un retinoscopio y una caja de pruebas para revisar
los niños de la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur. Durante un mes se
formaron a los responsables de salud de cada uno de los pueblos, quienes se
encargaron del screening visual en los colegios. Todos los niños que fallaron
el test fueron graduados por Isabel, además de todos los miembros de la
fundación; en total se revisaron unas 600 personas.
En los meses siguientes
decidieron constituirse en asociación y así nace “Visió sense Fronteres”. Como
primer proyecto deciden viajar a Marraquech para revisar la visión de los
minusválidos de la Fundación Hassan II. Empezaba un proyecto internacional para
devolver la visión a los más desfavorecidos del planeta. Y poco a poco se han
ido realizando campañas visuales en casi todos los lugares del mundo: Burkina
Fasso, Camerun, Cuba, Etiopia, India, Kenya, Mali, Marruecos, Mauritania,
Mexico, Mozambique, Namibia, Nicaragua, Paraguay, Peru y Senegal. Poco a poco
profesionales de la visión, amigos y voluntarios fueron uniéndose para dar
forma a lo que es hoy Visio Sense Fronteres.
Una asociación declarada de
utilidad pública que trabaja para la prevención de la ceguera en dos de sus más
importantes causas, las cataratas y el error refractivo no corregido. Hoy en día 300 asociados y benefactores,
entre ellos el Ayuntamiento de Calp, apoyan y financian permanentemente a Visió
Sense Fronteres. El equipo de Visió Sense Fronteres consta de
más de 40 voluntarios.
En estos 23 años la ONG ha llegado a atender a más
de 100.000 personas, se han realizado 8.353
cirugías de cataratas y se han donado más de 35.000 gafas.
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