Anagrama de la Policía Nacional de España en coche del Cuerpo Nacional de Policía. EFE/MariscalLa Policía Nacional ha detenido en Elche a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, acusadas de una estafa que asciende a casi 46.000 euros tras haber estado vendiendo bonos de sesiones de estética para recibir tratamientos en la clínica que gestionaban y que nunca llegaron a completarse o realizarse.
Según un comunicado de la Policía Nacional, hay 358 personas afectadas y los sospechosos realizaban campañas agresivas de venta de bonos de larga duración con descuentos que llegaban hasta el 50 % y que estuvieron vendiendo hasta el mismo día de cierre de la clínica.
Las detenciones se produjeron tras las primeras denuncias de tres clientas que habían adquirido bonos de diez sesiones por valores que oscilaban entre los 340 y los 350 euros. Dos de ellas recibieron únicamente algunas sesiones, mientras que otra no llegó siquiera a iniciar el tratamiento al encontrar la clínica cerrada sin previo aviso.
Conforme avanzaron las pesquisas, los agentes de Policía Judicial de la Comisaría de Elche descubrieron cientos de casos similares.
Según la investigación, la clínica impulsaba campañas agresivas de venta de bonos con descuentos del 20 % y 30 % durante todo el año, y promociones de hasta el 50 %, todas ellas sin fecha de caducidad.
El primer administrador, tras vender numerosos bonos, comenzó a sufrir problemas de liquidez que dificultaron el pago de nóminas, lo que le llevó a traspasar la empresa a una conocida y a la pareja de esta.
Los nuevos propietarios asumieron las participaciones y la deuda generada, aunque posteriormente comprobaron que era mucho mayor de la que les habían comunicado.
Ya bajo la nueva gerencia, se ordenó a los empleados no atender los bonos anteriores y ofrecer excusas a los clientes, como averías en las máquinas o ausencia de personal.
Paralelamente, iniciaron otra campaña de bonos, esta vez con fecha de caducidad y descuentos de entre el 20 %y el 40 %, que cobraban únicamente en efectivo y, en muchos casos, sin entregar justificante. Cuando un cliente exigía factura, lo registraban en el sistema para imprimirla y lo eliminaban después.
La venta de bonos continuó incluso el mismo día del cierre definitivo de la clínica, sin informar a los clientes, presuntamente con la intención de acumular dinero pese a no tener previsto realizar los tratamientos.
Un mes después, el anterior administrador recompró el negocio dejando sin atender tanto los bonos antiguos como los vendidos en los días previos al cierre.
De los 358 perjudicados, solo 31 habían presentado denuncia al concluir la investigación. Los agentes detuvieron a tres de los implicados como gerentes de la clínica y a una empleada, y pusieron las diligencias a disposición de los juzgados de Elche.
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