Al realizar la inspección junto a un veterinario, los agentes pudieron certificar que los animales estaban atestados de pulgas y heridas. E, incluso, uno de ellos tenÃa una hernia inguinal.
Tampoco disponÃan de comida ni de agua a su alcance en el momento de la inspección y estaban atados con una correa de escasa longitud que apenas les dejaba acostarse.
El hecho de que no tuviera agua y sumideros incrementaba las dificultades para el lavado y desinfección de las perreras, lo que propiciaba la acumulación de deposiciones de los animales, según el instituto armado.
En cuanto a la normativa sanitaria y documental elemental, habÃa cuatro de los siete perros sin identificar. Además, ni la vacunación ni la desparasitación estaban al dÃa.
Se ha acordado como medida cautelar intervenir los siete perros, que han sido trasladados a las instalaciones de la Protectora de Animales de Ibi (Alicante).
Igualmente, el Seprona de la Guardia Civil ha denunciado al propietario de los canes, un hombre de 62 años, por diversas infracciones a la Ley 4/94, de 8 de julio, de la Generalitat Valenciana, sobre Protección de los Animales de CompañÃa. Las infracciones a esta ley son sancionadas con multas que van desde los 30 hasta los 18.000 euros, señala el comunicado.