Toni PérezLo mejor, sin duda, todo lo realizado y todo lo que hemos tenido la oportunidad de hacer por Benidorm. Todo es importante, lo grande y lo pequeño. Me quedo con la capacidad transformadora que ha demostrado en este periodo la gestión política. Lo peor ha sido la pandemia que afecta en lo sanitario, en lo social y en lo económico e impacta en la vida diaria de Benidorm; en las personas que aquí vivimos y las que viven de
Benidorm, aunque no residan en Benidorm. Y en la de todos lo que disfrutan de Benidorm. Hemos sacado enseñanzas muy positivas y experiencias que nos han hecho mejores.
Desde una doble vertiente. Esta es una situación dramática, por la salud y la supervivencia de las personas, y hemos articulado medidas para gestionar el momento y mantenernos en el imaginario de las personas como
el lugar de la felicidad que somos. Somos una ciudad turística y hemos de estar en la promoción de lo que es la experiencia de disfrutar Benidorm. Gestionamos y mejoramos la ciudad para que, cuando todo esto pase, Benidorm siga siendo un referente.
Siempre es una posibilidad. Lo que no era imaginable es una crisis turística a consecuencia de una crisis sanitaria como esta. Pero la estamos gestionando.
Era una necesidad. Siempre hemos trabajado muy por encima de lo que eran nuestras competencias y responsabilidades. Nos gusta cuidar de las personas y cuidar de la gente que nos cuida. Detectamos esa necesidad y pusimos en marcha la iniciativa. Resultó muy satisfactoria en aquel primer periodo de la pandemia y ahora también; son ya más de once los sanitarios alojados en esta tercera ola de la pandemia en los apartamentos que hemos provisionado, con la colaboración inestimable de HOSBEC.
Creo que atrevidas ha habido muchas y arriesgadas, más. Pero la decisión más dura, la que nunca nadie había tomado antes, fue la cerrar las playas de Benidorm un día 13 de marzo. Después se vio que era una decisión acertada y necesaria. Había que estar para tomarla y la tomamos.
Hay cosas que a lo mejor no han dado el resultado que inicialmente pretendíamos, pero en el balance general, todo lo que hemos emprendido ha tenido un porqué y ha aportado respuestas y soluciones. Salvo matices, el resultado siempre ha sido positivo. Lo digo muy honestamente.
Esperamos que pueda transitar como mínimo como el pasado. Hay esperanza en la vacuna. Dependerá mucho de la operativa para llegar a junio con el 70% de población vacunada. Y también del proceso de vacunación en los países emisores, fundamentalmente en Reino Unido que es nuestro principal mercado. En cualquier caso, Benidorm estará preparado para trabajar en el nivel, la exigencia y a la demanda que exista.
El turismo influye, pero Benidorm siempre ha desocupado sus playas de hamacas en los meses de enero y febrero; aprovechamos este tiempo para oxigenar las playas, prepararlas y limpiar nuestra arena y mejorar los servicios. Cuando la playa se vuelva a ocupar será porque hay turismo y estarán mejor que nunca.
Veremos muchísimas. Disfrutaremos, cuando todo esto pase, de todo lo ejecutado en el año veinte. Llevamos un periodo de mucha inversión en mejoraras en vía pública, servicios y accesibilidad. Benidorm tiene la
particularidad de que un turista, en seis meses que no venga a la ciudad -y hablo desde el año quince-, nota un cambio, seguro. Disfrutaremos de todos los proyectos que ya se están ejecutando, muchos de ellos se harán
realidad desde el último trimestre de este año y en los años veintidós y veintitrés.
Mucha prudencia, responsabilidad y cumplimiento de las normas. Hay cosas que han venido para quedarse un tiempo: las mascarillas, la distancia física, la limpieza de manos, el evitar los contactos innecesarios. Esto es
muy importante. Y es lo que debe hacer cualquier autoridad y responsable público: reiterarlo. Y tenemos esperanza e ilusión. Toda la del mundo. La esperanza es lo que nos ha motivado. Mucha esperanza y más ilusión. Todo va a ir a mejor; todo va a ir bien. Tenemos que cumplir y pronto viviremos de nuevo en la realidad que nos acompañaba hasta marzo de 2020.
