Cuadro-EPDAEl Museo de Bellas Artes Gravina (MUBAG) ha recibido el cuadro ¡Perdonar nos manda Dios! de Luis García Sampedro que, gracias al préstamo del Museo Nacional del Prado, permanecerá expuesto en sus salas durante los próximos cinco años.
La vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, ha agradecido "la oportunidad de poder disfrutar en el MUBAG de esta gran obra gracias a la colaboración establecida entre los dos museos con el afán de llevar a cabo nuevas acciones culturales conjuntas".
Premiada con la 2ª medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1895, el Estado adquirió por 2.000 pesetas la pieza en 1903 con destino al Museo de Arte Moderno. Desde 1988 permanecía en los almacenes del Museo Nacional del Prado y formó parte de la gran exposición "Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931)" celebrada en 2020 en el Prado.
Con el préstamo de ¡Perdonar nos manda Dios!, el Museo Nacional del Prado mantiene firme su compromiso de hacer partícipe y extensible su colección a todo el territorio español, en el que ya hay depositadas más de 3.200 obras en 255 instituciones.
El cuadro de García Sampedro, un óleo sobre lienzo que mide 2,70 cm x 4,23 cm, se podrá visitar en el MUBAG junto a una amplia representación de otros artistas que destacaron a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Una cesión, enmarcada en el proyecto de colaboración entre ambos museos, que prevé el depósito de diez obras a largo plazo para formar parte de una gran exposición que se inaugurará el próximo mes de enero.
¡Perdonar nos manda Dios! recoge en clave de folletín el regreso al hogar paterno de una joven y su hija, fruto de una relación extraconyugal. Arrodillada, implora clemencia ante su padre, cuya ira aplaca un cura que le recuerda el deber de perdonar. El espectador puede completar el relato a partir de ciertos detalles de esta composición, cuajada de citas a Caravaggio y a la pintura del barroco naturalista, en la que los críticos perdonaron ciertas deficiencias plásticas por lo persuasivo y audaz del argumento. La adquisición de la obra por el Estado significó la aceptación oficial de ese discurso, convirtiéndose así en un epítome del adoctrinamiento moral pensado para el público femenino.
Pintor e ilustrador español, García Sampedro estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona y en la de San Fernando de Madrid. Se especializó en la pintura decorativa y costumbrista y en 1892 concurrió a la Exposición Internacional de Barcelona, en la que fue premiado con la segunda medalla. Ese mismo año, en la Nacional de Bellas Artes, recibió la segunda medalla por ¡Siempre incompleta la dicha! y repitió galardón en 1895 por la obra ¡Perdonar nos manda Dios! En 1904 y 1906 consiguió sendas terceras medallas y en 1908 la primera medalla en la sección de Arte Decorativo. Prolífico dibujante, fue autor de numerosos carteles publicitarios, como los dedicados al Círculo de Bellas Artes de Madrid, y, en su faceta de ilustrador, trabajó en el libro Tradiciones de Toledo, de Eugenio Olaberría.
