Los cuatro arrestados, de origen georgiano, de entre 30 y 45 años, se encontraban de vacaciones en Torrevieja (Alicante) y contaban con la ayuda de una mujer, de la misma nacionalidad e investigada por la Guardia Civil, que supuestamente vendÃa los objetos sustraÃdos.
Dos de los sospechosos, expertos en cerrajerÃa, se encargaban de la apertura de las puertas mediante los sistemas conocidos como "bumping" e "impresioning", mientras que los otros dos se apostaban en la calle para vigilar y avisar de la eventual presencia de la policÃa.
La forma de actuar de los delincuentes no dejaba señales en las puertas ni en la vivienda, ha indicado la misma fuente.