El entrenador argentino del Elche, Sebastián Beccacece, cumple este jueves sus primeros 100 dÃas al frente del equipo ilicitano, al que ha guiado de la depresión de un descenso seguro a Segunda a la ilusión por un rápido retorno a Primera, tras firmar un notable final de curso.
Su valentÃa al asumir el reto en el peor momento posible, la capacidad para revertir una situación negativa, su discurso y su capacidad para innovar tácticamente y recuperar la mejor versión de los jugadores han sido los argumentos que han encumbrado la figura de Beccacece, quien en un tiempo récord se ha ganado el afecto y la confianza de la afición ilicitana.
El preparador rosarino, que ya estuvo cerca de fichar por el club en dos ocasiones anteriores, fue anunciado como entrenador el pasado 21 de marzo en sustitución de Pablo MachÃn con el equipo ya hundido en la tabla y virtualmente descendido.
El equipo ilicitano habÃa sumado sólo 13 puntos en 26 jornadas y estaba distanciado en 14 unidades de la salvación.
El propietario del club, el argentino Christian Bragarnik, apostó decididamente por Beccacece para que tomara el mando del equipo con el objetivo de que fuera preparando la transición hacia la próxima temporada.
Con el equipo en caÃda libre y en descomposición, el rosarino aceptó el reto, a pesar de que lo más juicioso hubiera sido esperar al final del curso para no contaminar su proyecto con un descenso.
El debut de Beccacece no pudo ser peor, ya que en su primer partido recibió la visita del Barcelona, lÃder de la competición, que se paseó por el MartÃnez Valero (0-4). El Elche mostró algunos cambios tácticos interesantes, pero sin consistencia para competir ante el futuro campeón.
La mejorÃa del equipo no se vio reflejada en resultados en las dos salidas ante Osasuna (2-1) y Girona (2-0), en las que el Elche mereció más. Las nuevas derrotas ante Valencia (0-2) y en Vigo (1-0) convirtieron al argentino en el peor entrenador fichado como revulsivo de la historia del club tras perder sus primeros cinco partidos.
En el primer 'match ball' para el descenso, ante el Rayo, el equipo se liberó y sumó su primera victoria en un gran partido (4-0).
Tras perder en AlmerÃa y consumarse el descenso de forma matemática (2-1), el Elche se liberó y comenzó a desarrollar el mejor juego de la temporada. No perdió en sus últimas cinco jornadas, en las que logró victorias de prestigio ante el Atlético de Madrid (0-1), que se jugaba el subcampeonato, o Athletic de Bilbao (0-1), en plena pelea por Europa, además de empatar ante Sevilla (1-1) y Getafe (1-1) y Cádiz (1-1), dos equipos que se jugaban la salvación.
Además de endulzar el final de una mala temporada, Beccacece consiguió reactivar al vestuario y dotar al grupo de más recursos y de una gran riqueza táctica. Recuperó a John Chetauya como mediocentro, descubrió a Omar Mascarell y Carlos Clerc como centrales y rescató la mejor versión de jugadores como Tete Morente o Pedro Bigas.
El rosarino se tomó con la máxima seriedad cada partido, no regaló minutos dejándose llevar por el sentimentalismo y confió en un bloque de jugadores que, salvo pequeñas excepciones, es el mismo que seguirá el próximo curso en Segunda.
Beccacece afirmó desde el primer dÃa que la experiencia del tramo final de la Liga le servirÃa para preparar la próxima temporada, en la que el único objetivo es devolver al Elche a la Primera División. En estos primeros 100 dÃas no pudo salvar la categorÃa, pero sà ganar crédito para el próximo proyecto, casi inmaculado a pesar del descenso.