Un hombre ha sido condenado a doce años de prisión por agredir
sexualmente a una mujer venezolana de 27 años que estaba tramitando
su petición de asilo en España y a la que dijo, tras la violación,
que no podÃa denunciarle por ser una inmigrante "ilegal".
Según
sentencia dictada por la Audiencia de Alicante, el procesado, de 52
años, habÃa concertado una entrevista de trabajo con su vÃctima
para contratarla en el bar que él pretendÃa abrir, en la calle San
Pablo de la capital alicantina.
El acusado ya habÃa sido
condenado por otros abusos sexuales en cuatro ocasiones anteriores,
además de por varios delitos de robo con violencia, por los que ya
habÃa cumplido penas de hasta 7 años.
De acuerdo con la
resolución judicial, a la que ha tenido acceso Efe, los hechos
sucedieron el 15 de abril de 2018 en el local en el que se ubicarÃa
el bar del procesado, después de que la mujer respondiese a una
oferta de trabajo que habÃa encontrado en internet.
Una vez allÃ,
y tras una breve conversación, el ahora condenado aseguró a su
vÃctima que iba a contratarla.
Después acudieron a comprar
productos de limpieza y se dedicaron a acondicionar el
establecimiento, con las persianas bajadas y la puerta cerrada con
llave, "con la excusa de que el bar no tenÃa aún licencia",
relata el fallo. Acto seguido, el procesado trato de ganarse la
confianza de su vÃctima al contarle que su esposa le habÃa dejado
por otro y preguntarle si ella tenÃa novio o esposo. Entonces
llegó a ofrecerle la posibilidad de casarse con él, ya que asÃ
podrÃa conseguir "los papeles" para regularizar su
residencia en España, indica la sentencia. Más tarde, según el
fallo, el acusado le dijo a la vÃctima que subiese al altillo del
establecimiento para proseguir con las tareas de limpieza.
En ese
lugar, afirma la resolución, la agarró por el cuello y se tumbó
sobre ella, mientras la besaba y le quitaba la ropa diciéndole que
no gritase porque nadie la iba a escuchar y le pedÃa que estuviese
tranquila "porque si no tengo un cuchillo y te voy a matar".
La
vÃctima, que temÃa por su vida, trató de tranquilizar al agresor
mientras le obedecÃa. AsÃ, el acusado la penetró vaginalmente y la
forzó a practicarle felaciones en contra de su voluntad, dice el
fallo. Después, mientras él le ofreció una bebida y se la
preparaba, le preguntó si iba a denunciarle advirtiéndole de que no
podÃa hacerlo porque "estaba ilegal" y no le iban a hacer
caso.
En un momento de descuido del acusado, ella consiguió
enviar un mensaje de móvil solicitando ayuda a sus amigos para que
acudiesen a recogerla. Finalmente, cuando sus amigos la
recogieron, ya sin la presencia del procesado, les contó lo sucedido
y fueron a la ComisarÃa de PolicÃa a denunciar los hechos.
Además
de la pena de ingreso en prisión, el fallo impone al procesado el
pago de una indemnización de 20.000 euros a la vÃctima por las
lesiones psÃquicas y daños morales sufridos.