Antonio Andrés Morejón de Girón Bascuñana, Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración. Todos
los países tienen una leyenda negra, solo la Española no necesita ir acompañada
de la nacionalidad para que sepamos que se están refiriendo a España. Existe la
de Francia; De Holanda; De Inglaterra, etc.. pero si el termino únicamente hace
referencia a la leyenda legra todos la asociarán a la Española, por la gran
propaganda destructiva que se llevó a cabo contra el Imperio Español, con lo
que se consiguió dar la creencia que solo existió en España.
España
en el siglo XVI era el mayor de los imperios, el primer imperio global que
estaba presente en todos los continentes, "el
imperio donde nunca se ponía el Sol", sin nada que envidiar a otros como el
Imperio Persa; Romano; Mongol o el Británico. Allí donde estaban los españoles
eran invencibles, en tierra con los famosos Tercios y por mar con la Armada
Española.
Esta
supremacía provocó que Naciones como: Reino Unido; Países Bajos; Francia;
Italia y muchas otras llevasen a cabo una guerra paralela contra España toda
vez que en el campo de batalla, cuerpo a cuerpo no podían vencer a las tropas
hispanas.
La
estrategia se inició en el S.XVI
consistiendo en una "guerra propagandística" al puro estilo luterano,
donde se imprimieron infinidad de panfletos, en diferentes idiomas, aludiendo a
la impiedad y la mayor inmundicia posible que se podía dar a una nación, al
pueblo español, a los españoles. Lo que
hoy podríamos definir como un adoctrinamiento de naciones.
Ante
esta "guerra paralela" los españoles no supieron, ni quisieron reaccionar al no
darle importancia y, por tanto, no se defendieron ante ella. Actualmente en el
siglo XXI seguimos siendo incapaces de defendernos ante agravios que quedarán
impresos de por vida.
La
agresividad de los escritos propagandísticos citados quedan plasmados entre otros en el que
dio a conocer Philip Wayne Powell, - historiador estadounidense- en su libro:
"El árbol del odio" donde recoge parte de textos de estos panfletos con los
ataques al imperio español, y cita entre otros:
"… aprender a despreciar a aquellos magníficos
… "caballeros españoles" cuyas heroicas proezas son balandronadas y alardes, y
ellos mismos, en su mayor parte sombras sin consistencia… ¿Qué humanidad, qué
fe, qué cortesía, qué modestia y civilización podemos encontrar entre esta
escoria de bárbaros.?
…
España es y por siempre ha sido el sumidero, el charco y el montón más grande,
enfangado y asqueroso de la gente más abominable, infecta y abyecta que jamás
viviera sobre la tierra…"
Cualquier
persona que se sienta español, que tenga un mínimo arraigo y apego a España
debería saltar ante tales acusaciones, pero no lo supimos defender cuando
surgieron en el siglo XVI y no lo sabemos hacer ahora.
Algo
parecido a lo que ocurrió con la leyenda negra es lo que está ocurriendo ahora,
no sabemos defendernos ante ataques totalmente irrespetuosos y antiespañoles
realizados con intereses malsanos que se realizan contra la Nación. Cualquier
excusa es buena para atentar contra las instituciones, contra la Constitución,
contra la Monarquía y el Estado. Y, lo peor de todo, desprotegiendo
instituciones como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la Policía ante la cual
se está generando una campaña de desprestigio y no se está reaccionando. Al
igual que en el S.XVI se adoctrinó hacia la Hispanofobia en estos momentos se
está generando lo que podríamos denominar "la Policiafobia" articulando todas
las estrategias para intentar desprestigiar a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad.
Desgraciadamente,
por repetitivo y usual nos estamos acostumbrando a ver normal la anormalidad:
ya no nos asombran los actos vandálicos, los saqueos, los robos multitudinarios
ni los linchamientos a policías. Todo ello realizado en nombre de la defensa de
derechos; como el de la libertad de expresión.
Ante
estos disparates ¿Alguien se ha planteado qué ocurrirá cuando no estén las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad? ¿Cuándo nadie esté para protegernos?, por que
la pasividad y la inacción por parte de los dirigentes solo nos conduce a eso,
ya sin entrar a valorar a la parte de gobernantes que fomentan la violencia y
la delincuencia. Si exaltamos a delincuentes, terroristas o no; raperos o no,
generaremos delincuentes, eso es indiscutible.
Lo
que está ocurriendo, desde hace ya algún tiempo, deja claro que la historia se
repite, Siglos atrás nuestros enemigos adoctrinaban contra España. Ahora,
nuestros propios dirigentes, españoles, lo intentan hacer con los propios compatriotas.
.
Desafortunadamente,
los saqueos, los robos y el vandalismo (que no las manifestaciones) dan sentido
a parte de los argumentarios propagandísticos que se citan en el libro de
Philip Wayne Powell, en cuanto a: "… la
gente más abominable, infecta y abyecta que jamás viviera sobre la tierra…"
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