Teresa Ortiz En política hay una frase hecha que dice que la mejor encuesta posible es el propio resultado que se obtiene el día de las elecciones. Esta terminología no deja de ser una conclusión o extensión de otras múltiples frases de nuestro refranero, tan sabio y popular, relativas a que no hay que aventurarse en aceptar las encuestas previas como un resultado ya hecho, que permita dejarse llevar. También, que hasta el final de la carrera electoral hay posibilidades de todo tipo, mejores o peores, para quienes concurren, sean quienes sean y representen lo que representen.
Desde mi punto de vista,la mejor encuesta posible es el trabajo diario alrededor de un proyecto político serio, bien liderado y convincente para la ciudadanía, siendo elemento fundamental de esa capacidad de convicción poder presentar una clara utilidad para solucionar los problemas diarios de las personas. Qué es un político sino un servidor público vocacional que, con carácter temporal y no perpetuo, ha de poner todas sus competencias y capacidades (que no deberían ser pocas) y todo su esfuerzo al servicio de los ciudadanos y al servicio de poder solucionar sus problemas.
Por desgracia, la reciente histórica democrática en nuestro país, de la mano del bipartidismo, nos ha traído infinidad de casos en los que esa definición vocacional que les acabo de hacer se ha roto en mil pedazos a causa de la corrupción, del transfuguismo, del nepotismo o de conductas impropias de servidores públicos. PP y PSOE han tenido, cobijado, protegido, promocionado y elevado a muchas personas que sólo habían venido a servirse en vez de a servir, siendo auténticos impostores como servidores públicos. PP y PSOE han sido juzgados por la autoridad judicial competente en no pocos territorios o incluso a escala nacional por tener y mantener entramados y redes de corrupción política y financiación ilegal.
Es cierto que, de algún modo, los ciudadanos, en su legítimo derecho al voto, ante escándalos de orden supremo, han castigado a PP o PSOE en cuanto a la proporcionalidad de la elección de un partido u otro pero, desde mi humilde punto de vista, eso no era suficiente. Tuvo que darse un fenómeno de irrupción de nuevas fuerzas políticas en el panorama nacional para que el oscuro tejido de permanencia del bipartidismo se resquebrajara por primera vez en la historia reciente democrática de nuestro país. Por desgracia, en apenas ocho años, estamos observando como el bipartidismo está intentando volver a cerrar filas sobre sí mismo. Recuerden la docilidad que se observó en el tránsito de gobierno entre el PP y el PSOE tras la moción de censura a Rajoy. Fue una puesta en escena, absolutamente calculada de ambos partidos, no pensada en la ciudadanía, sino en la supervivencia del propio bipartidismo.
Ante esta estrategia de supervivencia a toda costa del bipartidismo,desde Ciudadanos ofrecemos un proyecto más vivo que nunca, liberal y evolutivo y resistente a todos los ataques del PP y del PSOE, que no han sido pocos. Un proyecto que no ha perdido la esencia de personas de la sociedad civil, dispuestos a servir a la ciudadanía para hacer la vida más fácil, más económica y con menos problemas a nuestros semejantes.Un proyecto de utilidad política, que no pacta sillones y poder, sino que solo pacta programas y planes para el beneficio de los ciudadanos. El trabajo diario de miles de personas de Ciudadanos es nuestro mejor aval y nuestra mejor encuesta.
Con todo, en estas semanas hemos conocido que encuestas propias y de otras formaciones, a nivel del territorio en el que enmarco mi trabajo, la Comunidad Valenciana, nos otorgan una representación parlamentaria consolidada e importante en número. Tanto en las Cortes Valencianas, como en grandes Ayuntamientos, como el de València, Ciudadanos está más presente que nunca.Los valencianos y las valencianas quieren y desean la presencia de Ciudadanos en los órganos de decisión política de la Comunidad Valenciana y de la ciudad de València.
Creemos sinceramente que ustedes nos quieren al pie del cañón después de 2023 porquerepresentamos con mayor autenticidad y empatía la voz del vecino, del autónomo, del trabajador, del comerciante, del universitario, de las mujeres o del jubilado.También, porque anteponemos la utilidad de las propuestas al debate de la crispación política frentista tradicional entre las izquierdas y las derechas. Creemos que no hemos perdido la esencia de esa nueva política que vinimos a hacer en la que ustedes han confiado y esperamos que sigan confiando en el tiempo.
Ante nuestra capacidad consolidar el proyecto, en algunos medios, el bipartidismo no ha parado de cuestionar hasta sus propias encuestas en las que salimos reforzados. Igualmente, alguna persona vinculada al mundo de la comunicación, interesada en tener para sí una carrera política o promocionar nuevas carreras políticas, se ha paseado por los medios de comunicación negando la consolidación del proyecto de Ciudadanos. A estas personas les digo que por mucho que prediquen falsedades, nuestra consolidación es un hecho, mal que les pese.
Termino como empecé, recordando que la mejor encuesta posible es el propio resultado que se obtiene el día de las elecciones, y que para obtener ese buen resultado que esperamos, nuestro mejor aval es el trabajo diario de miles de personas alrededor de este proyecto consolidado de Ciudadanos que contrapesa al bipartidismo, del cual les he hablado en estas líneas. Nuestro compromiso es no fallarles y no lo vamos a hacer.
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