Hace
pocos días concluiamos nuestro artículo sobre el paro de larga duración
diciendo: "Si los recursos de todos van a los inacabables agujeros de
las entidades financieras estaremos condenando a millones de
trabajadores españoles a la desesperación". Los negros presagios se van
haciendo realidad.
La comparecencia de Rajoy es el
último eslabón, hasta el momento de la larga cadena de mentiras y
fraudes a la ciudadanía española que nos ha conducido a la trágica
situación en la que nos hallamos. El presidente del gobierno se ha
mostrado ufano y orgulloso llamando linea de crédito al sistema
financiero lo que es un rescate en toda regla. Sobre las espaldas de
los cuidadanos españoles van a recaer, aún más, el peso de la
irresponsabilidad de la clase dirigente política, social y financiera.
Su falta de perspectiva, de responsabilidad y de
conciencia desde hace décadas está llevado a los españoles de a pie a
la ruina. Las entidades financieras han maquillado sus cuentas hasta
extremos delirantes en los que las cifras no significan absolutamente
nada excepto para embolsarse ganancias a costa de los asustados
ciudadanos a los que se les amenaza con las consecuencias de la caida
de una entidad financiera. Los políticos de los principales partidos
(PP y PSOE) siempre se han mostrado dóciles a las exigencias del
capital financiero que financia la mayor parte de sus campañas y su
actividad. El poder judicial está sumido en un desprestigio absoluto
particularmente visible en su máximo representante. Y no debemos
olvidarnos de la monarquia borbonica como clave de un edificio de
arquitectura efimera que en estos momentos enseña todas las flaquezas
de la estructura carente de cimientos y fabricada con materiales de
desecho.
El entorno en el que se desarrolla esta farsa es el
llamado proyecto europeo, otro fracaso palpable a la luz de tres
rescates fallidos en Grecia, Irlanda y Portugal. Esto no es casualidad,
es la consecuencia lógica de construir Europa al servicio del capital y
no de los ciudadanos. Solo conviene favorecer las libertades y derechos
de los poderosos a costa del sacrificio del ciudadano europeo.
Hay que aprender la lección: Los que nos han
conducido al agujero no nos van sacar de esta situación ni en España ni
en Europa. Lo unico que va a pasar es que nos hundiremos más en el
abismo de la miseria económica y social. No hemos sido rescatados, nos
han empujado al abismo. No podemos confiar en los salvavidas de plomo,
tenemos que aprender a nadar y construir desde la ciudadanía un nuevo
modelo ético, social y económico que permita una vida digna para todos.
No es facil y el camino será arduo pero es mucho peor dejar que nos
sigan pisoteando.
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