Agentes de la Guardia Civil durante un control de alcoholemia y drogas en la autovía A-30 que une Cartagena con Murcia. EFE/Marcial Guillén/Archivo
La Guardia Civil investiga a un camionero que circulaba por la A-30, que une Albacete con Cartagena, al que se le ha instruido diligencias como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducir superando seis veces la tasa máxima de alcoholemia, en una intervención que se llevó a cabo gracias un guardia civil destinado en el Subsector de Tráfico de Alicante.
Los hechos tuvieron lugar en la autovía A-30, que une Albacete con Cartagena, a la altura del término municipal de Murcia, cuando un guardia civil de la Agrupación de Tráfico, que se encontraba fuera de servicio, detectó la circulación anómala de un camión articulado que circulaba sentido Alicante y cuyo conductor podría ir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ya que conducía de forma errática y zigzagueante, informa el instituto armado.
El guardia civil, destinado en el Subsector de Tráfico de Alicante, que circulaba tras el referido camión, llamó inmediatamente a la Central Operativa de Tráfico (COTA) de Murcia para alertar de la peligrosa situación e inició un seguimiento sobre el vehículo.
Poco después, cuando el conductor del vehículo articulado intentó tomar la salida número 135 de la autovía y gestionar una curva a derechas, se salió de la vía por el margen izquierdo y golpeó la señalización, causando daños en la misma, pero aún así continúo circulando por la N-301 en sentido Molina de Segura de forma zigzagueante y muy peligrosa para el resto de usuarios.
El agente optó por intervenir y colocó su vehículo particular justo detrás del camión en mitad de los dos carriles, utilizando las luces de emergencia para señalizar el peligro existente y evitar que los vehículos que le seguían en la misma dirección pudieran sufrir un percance.
En todo momento, el guardia civil mantuvo contacto directo con la central COTA para indicarle por donde circulaba este vehículo pesado y poder ser auxiliado por componentes del Sector de Tráfico.
Poco después y tras la insistencia del guardia civil, el camionero detuvo el vehículo articulado en la vía de servicio de un polígono industrial anexo a la carretera, momento que aprovechó el agente para aproximarse a la cabina y hablar con el conductor, donde observó que presentaba síntomas evidentes de ir bajo la influencia del alcohol.
En el transcurso de estos acontecimientos, la central COTA, al tanto de todo lo acontecido, ya que el guardia civil fuera de servicio iba narrando los hechos desde el teléfono manos libres de su vehículo particular, desplazó hasta una patrulla de motoristas del Destacamento de Tráfico de Murcia, que también detectó que el conductor no se encontraba en las condiciones adecuadas para conducir.
Al camionero se le practicaron pruebas de alcoholemia en las que arrojó un resultado positivo de 0,88 y 0,91 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, sextuplicando la tasa máxima permitida que para los conductores profesionales es de 0,15.
Ante estas circunstancias, el conductor, que se desplazaba desde Librilla y se dirigía con el camión a cargar hasta Elche, fue investigado y se le instruyeron diligencias como presuntos autor de delito de conducir un vehículo a motor superando las tasas legalmente establecidas de alcohol, siendo puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Murcia, para la celebración del correspondiente juicio. Del vehículo se hizo cargo otro conductor habilitado para poder retirarlo de la circulación.
El guardia civil que alertó de los hechos descritos no estaba de servicio en esos instantes, pero para evitar males mayores no dudó, aún a riesgo de su integridad física, en comunicar la incidencia y seguir al infractor señalizando el peligro con su vehículo particular, para así lograr que nadie resultara accidentado.
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