Vista de Benidorm./ Archivo/ EFE/ Claudia MunaizUn estudio realizado por la Universidad de Valencia ha revelado que las zonas más calurosas de Benidorm son el centro y Colonia Madrid, tras haber mapeado la ciudad con una veintena de sensores durante las cuatro estaciones del año.
El trabajo, denominado 'Efecto Isla de Calor', se ha llevado a cabo dentro del Plan de Adaptación al Cambio Climático puesto en marcha por el ayuntamiento y analiza la temperatura en distintos puntos del municipio.
También determina qué zonas sufren más el incremento térmico, especialmente durante la noche, cuando se acumula el calor absorbido durante el día por el asfalto y los edificios.
Según han explicado el concejal de Escena Urbana, Francis Muñoz, y el ingeniero jefe municipal, Vicente Mayor, las áreas más afectadas por el calor nocturno son el casco antiguo, la zona centro y Colonia Madrid–Avenida Beniardá, mientras que las menos sensibles se sitúan en los barrios más abiertos y con más vegetación, como Levante, Poniente y Sierra Helada.
El estudio confirma que el 'efecto isla de calor' se concentra en los barrios con mayor densidad edificatoria y menos espacios verdes.
“Las superficies asfaltadas y los edificios más próximos entre sí retienen el calor diurno y lo liberan por la noche, provocando noches tropicales o incluso tórridas”, ha señalado Mayor, quien ha recordado que se han alcanzado picos de hasta 36 o 37 grados en este verano.
Por el contrario, las áreas de edificación abierta, típicas del modelo urbanístico de Benidorm en Poniente y Levante, presentan mejores condiciones térmicas gracias a la concentración de la edificabilidad en altura, que deja amplias zonas de parcela para jardines o parques. Esta estructura, ha destacado el ingeniero, “confirma que el modelo de ciudad de Benidorm es especialmente amable para mitigar los efectos del calor urbano”.
Entre las medidas aconsejadas para reducir este fenómeno, el estudio plantea la instalación de arquitectura textil -lonas o estructuras que generen sombra-, la renaturalización de calles y patios escolares, y la creación de refugios climáticos en zonas sensibles. Además, iniciativas ya en marcha como la zona de bajas emisiones o la instalación de fuentes y espacios verdes en plazas como la de Neptuno contribuyen a mejorar el confort térmico urbano.
El consistorio también prevé aplicar criterios de sostenibilidad en los nuevos desarrollos urbanísticos, siguiendo la llamada regla 3/30/300, que recomienda que cada ciudadano pueda ver tres árboles desde su ventana, que el 30 % del barrio sea superficie verde y que haya un parque a menos de 300 metros de cualquier vivienda. “Es el objetivo hacia el que debemos avanzar”, ha dicho Mayor.
Por su parte, Muñoz ha explicado que este estudio les "permite tomar decisiones para mejorar la calidad de vida de los vecinos y la experiencia" de los visitantes.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia