Audiencia Provincial de Alicante./EFE Un hombre acusado de agredir sexualmente y amenazar con un hacha a una mujer a la que había empleado para que realizara tareas en su domicilio ha negado este lunes los hechos durante su declaración en el juicio seguido en la Audiencia de Alicante y ha asegurado que fue ella la que intentó agredirle con una copa de cristal rota cuando fue a su casa para reclamarle que le devolviese 4.000 euros que le había prestado.
El procesado, que solo ha respondido a las preguntas de su abogada defensora, ha negado que la forzase para mantener relaciones sexuales o que la amenazase, y ha atribuido la presentación de la denuncia por parte de la mujer al hecho de que le reclamase esa deuda.
También ha sostenido que ambos mantenían relaciones sexuales consentidas desde hacía meses y consumían cocaína juntos, y que si tenía las llaves de la vivienda de la mujer era porque ella se las había facilitado.
Los hechos ocurrieron entre las 21:00 horas y la medianoche del 27 de septiembre de 2020 en el domicilio de la mujer, en el municipio alicantino de Petrer.
La Fiscalía considera que el encausado acudió a la vivienda de la víctima, armado con un hacha y unos cuchillos, y que, tras agarrarla del cuello y del pelo, la forzó sexualmente. Así, solicitaba provisionalmente para él una pena de prisión de 12 años y nueve meses por un delito de agresión sexual y otro de maltrato.
Por su parte, la defensa pide la libre absolución de procesado al persistir en el rechazo de las acusaciones.
En concreto, el acusado ha manifestado ante el tribunal que él había empleado a la mujer seis meses antes, después de que falleciese su esposa, y que, poco después, comenzaron a mantener relaciones sexuales consentidas, por las que, al menos al principio, él le daba dinero a ella.
Sobre el día en el que se produjo la supuesta agresión sexual, ha asegurado que él acudió a la casa de la mujer para preguntarle “qué pasaba con el dinero" que le" faltaba", porque le había "dejado 4.000 euros”.
En esta línea, ha asegurado que mantuvieron relaciones sexuales y que ella se limpió y le limpió a él con una camiseta. Pero ha negado que él portase ningún arma. “Yo no llevaba nada, ni un hacha ni nada”, ha asegurado. “Fue ella la que se puso violenta en una discusión por el dinero”, ha dicho. “Le dije que le iba a contar todo a su novio y cogió una copa que rompió con la que quería pincharme”, ha explicado.
Sobre las lesiones que presentaba la mujer, el procesado ha expuesto que “sería ella la que se golpearía”, para añadir que en otras ocasiones había intentado hacerse daño a sí misma hasta el punto de haber tenido que llevarla a la residencia “por tomarse pastillas”. Así, ha insistido en defender su inocencia.
La víctima, por su parte, ha mantenido su versión y ha asegurado que fue él quien entró a su casa “por sorpresa”, después de haberse hecho copia de las llaves que le había dejado en una ocasión, a pesar de que ella había decidido no seguir manteniendo relaciones sexuales con él, porque la había advertido con enseñarle a su novio imágenes de uno de sus encuentros que él había grabado con una cámara.
Según ha declarado, cuando el acusado llegó a su casa, portaba un hacha “y varios cuchillos jamoneros en una bolsa de rafia” y le dijo que “ya le daba todo igual y que venía a preguntarme cómo quería morir”. Después, le comentó que quería mantener relaciones sexuales y que empezó a golpearla en la cara con la amenaza de usar el hacha, por lo que, “al ver que sus intenciones eran serias”, se vio obligada a practicarle una felación, mientras él continuaba pegándole si levantaba la cabeza o lloraba.
Además, ha añadido que, cuando finalmente se marchó, le dijo que si avisaba a la Policía había un hombre fuera de la casa que tenía la orden de acabar con ella. Según su relato, a la mañana siguiente, ella avisó a una amiga que consideraba como su "hermana” y fue ella quien llamó a la Policía, lo que permitió que interpusiese la denuncia y que fuese trasladada a un centro de salud para su reconocimiento.
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