Jóvenes con la alcaldesa. EPDA Josep Fuentes, Ángel Segarra, Luis
Bernacer, vecinos de Bétera, y Miguel Sánchez, de Godella han
decidido realizar una expedición a África para conocer el corazón
de este continente, el monte Kilimanjaro, que se encuentra a 5.896
metros de altitud.
El monte Kilimanjaro es una de las
montañas más altas del mundo y cuenta con cinco rutas diferentes
para llegar hasta la cima. Ellos han escogido la ruta Machame, la más
larga pero también la que cuenta con mayor variedad de paisajes.
Desde bosques tropicales hasta
glaciares, pasando por paisajes semi desérticos y rocosos, torres de
lava y unas preciosas vistas de toda Tanzania. Tres climas totalmente
diferentes en una misma montaña que hacen de esta ruta una de las
más bonitas y peligrosas de todas.
La idea, tal y como cuenta Josep
Fuentes, surgió cuando los cuatro amigos decidían el viaje que iban
a hacer durante este verano. Querían salir del viaje turístico
tradicional. Así que, se les ocurrió realizar un viaje donde, no
solo visitasen un lugar, sino también en el que tuvieran que
realizar un esfuerzo físico para poder visitarlo. Además, con
intención de representar al pueblo durante su expedición, han
solicitado al Ayuntamiento de Bétera una bandera con el escudo del
municipio para poder alzarla una vez alcancen su meta, mostrando
desde el “techo de África” lo orgullosos que se sienten de su
lugar de origen.
Una aventura en busca de la
autorealización personal, que, aun siendo muy deportistas, nunca
habían realizado este tipo de deporte de montaña. Por esta razón y
desde que decidieron que se iban a escalar el Kilimanjaro, se han
dedicado a hacer fuertes entrenamientos, como la ruta del
Penyagolosa, la de Sierra Nevada o la de los Pirineos, para conseguir
que su reto sea todo un éxito.
Cuando reservaron el viaje, todo era
alegría y emoción, sin embargo, una vez fueron comprando los
materiales, informándose y conociendo los riesgos que tiene esta
escalada, comentan que fue cuando empezaron a aterrizar y a ser
conscientes de los peligros que este viaje supone. "Es cierto
que no se requiere una técnica excesiva, pero el riesgo por altitud
está ahí", explica Fuentes, que también habla sobre la
facilidad de sufrir de mal de altura, sumado a las bajas temperaturas
(alrededor de -15 grados) y al esfuerzo que se ha de realizar durante
todas las etapas.
A pesar de todo, los nervios y la
emoción previa a esta experiencia hacen que estos cuatro amigos no
puedan contener las ganas de que llegue el momento de alcanzar la
cima del pico Uhuru, el punto más elevado de toda África, y alzar
la bandera de Bétera en lo alto del Kilimanjaro, con el fin de poder
representar a su municipio durante esta expedición.
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