Valencia es la ciudad de las fiestas y las solemnes procesiones, barrocas y
alegres todas como corresponde al espíritu mediterráneo de sus habitantes. En
junio cierra el ciclo festivo vicentino una procesión en la que sólo participan
niños y niñas, Els Chiquets del Carrer de sant Vicent, con sede en la parroquial de san
Agustín, un precioso templo gótico del centro de Valencia.
El primer lunes del mes de junio se celebra la fiesta de Els cagonets de la
calle san Vicente, que recuerda los orígenes y lugar donde estaba establecida la primera
sede del Colegio de los Niños Huérfanos que fundara San Vicente Ferrer, donde
destaca la procesión a la que acuden cientos de niños. A partir de la Cofradía
de Les Beguines san Vicente Ferrer constituyó en 1410 una sociedad que se
preocuparía de los niños huérfanos y que daría paso a la Cofradía y Colegio de
los Huérfanos de san Vicente, que aún existe y que tanto servicio ha prestado a
la sociedad valenciana, especialmente a las familias más desvalidas. Los
primeros niños asilados eran hijos de moriscos, que sin familia ni techo,
vivían en la calle. La Fiesta de los Niños de la calle san Vicente data de
1625, cuando se constituyó la asociación.
Tiene la fiesta una
larga historia que pronto cumplirá 400 años. En Valencia todo es así, 300, 400,
500, 600, años. Fui pregonero de la fiesta en 2017 y centré el relato en la
calle de san Vicente, larga, dedicada al joven diácono mártir Vicente, no al
Ferrer, que pasa junto al templo de san Agustín, camino del Monasterio de la
Roqueta, donde fue sepultado el protomártir del cristianismo en Valencia. Conté
la historia de la calle, escenario de las grandes procesiones de Valencia en
otras épocas, porque las más solemnes iban siempre de la Catedral a La Roqueta,
extramuros.
Y esta calle sigue
teniendo la singular procesión infantil que homenajea a Vicente Ferrer en la calle de
Vicente mártir. Tiene la procesión una cofradía y muchísimos niños asociados
que no fallan a sus fiestas en los primeros días de junio.
Este año no podrán
celebrarlas por la pandemia y sus restricciones. La junta de gobierno de
la Asociación Fiesta de los Niños de la Calle San Vicente, de Valencia, ha acordado la
suspensión de las fiestas de este año, con motivo de la pandemia del COVID-19,
por primera vez en sus cuatro siglos de existencia, después de haberse
celebrado desde 1625 de forma ininterrumpida, “incluso cuando la guerra civil”.
El principal acto de la fiesta es su
tradicional procesión que este año iba a seer el lunes 1 de junio recuerda cada
año las antiguas procesiones que se hacían por Valencia para recoger donativos, los pequeños
acogidos en el hospicio e los beguines, antecedente del Colegio Imperial de
Niños Huérfanos, fundado por San Vicente Ferrer en 1410, cuando estaba ubicado
en un hospicio frente a la Iglesia de San Agustín para atender a niños de la calle,
huérfanos e hijos de moriscos.
Este año las fiestas serán virtuales, recuerdos visionados
de otros años a través de las redes sociales, web de la Junta Central
Vicentina, facebook “Camino de San Vicente” y de la Parroquia. Además,
los asociados recibirán la tradicional tarta y peladillas que se distribuyen
cada año en sus domicilios.
Precisamente, a alumnos necesitado
del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de san Vicente Ferrer, la Generalidad
Valenciana le negó unos tablets para que pudieran seguir las clases desde casa
en el confinamiento y hubo que acudir a una recogida de firmas por change org y
a publicar la noticia, lo hicimos en ElPeriódicodeaquí,
presión con la que se consiguió hacer recular a la Consellería de Educación que
no tuvo más remedio que darles el material necesario para su vida académica.
Tuvo que soportar el colegio la respuesta de la Conselleria de Igualdad de que
se encomendaran a Dios a través de san Vicente Ferrer para que les llegaran las
tablets, cuando se acudió a ella exponiéndole el problema.
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