Edu Grau. EPDA El pasado miércoles 19 de mayo, los alcaldes, alcaldesas y concejales del Partido Popular nos manifestamos frente al Congreso de los Diputados y del Ministerio de Hacienda para protestar por la falta de financiación a los municipios y la discriminación que estamos sufriendo en la gestión de los fondos europeos por parte del Gobierno.
Pero esta historia viene de tiempo atrás. Los ayuntamientos, de forma histórica, siempre hemos tenido un déficit de financiación, tanto por parte de la Generalitat Valenciana, como por parte del Gobierno de España. Una carencia que se ha visto acentuada con el aumento de los servicios que prestamos y, sobre todo, con la pandemia del coronavirus. Hemos afrontado ayudas, acciones, bonificaciones, compras y gestiones que no nos correspondían, pero ante la falta de acción de todas las administraciones superiores, hemos hecho para no dejar a nuestros vecinos abandonados a su suerte.
A día de hoy, municipios como el de Alfafar han tenido que reducir en casi un millón de euros sus gastos, debido a la caída de ingresos, y no existe ningún fondo extraordinario de ayuda. Es más, la Diputación de Valencia se comprometió en el presupuesto a dotar de 40 millones a los ayuntamientos en el fondo de cooperación y solo ha repartido 28, lo que significa que un municipio como Alfafar ha recibido entre un 30 y un 35 % menos de lo esperado. Con estos número es muy muy difícil hacer política útil para a ciudadanía, y aún así, lo estamos haciendo y consiguiendo.Por si no fuese suficiente, el Gobierno nos deja fuera del reparto de Fondos Europeos, sobre todo los Next Generation, destinados a la recuperación económica tras la pandemia. Hemos solicitado gestionar de forma directa el 14.52 % de los mismo, y no vamos a recibir ni el 8 %.
Como siempre, nos preguntamos: ¿por qué unas administraciones pueden convocar ayudas y otras no lo hacen? ¿Por qué nunca contamos los ayuntamientos si somos los que más conocemos los problemas e inquietudes de la gente? Estamos olvidados y abandonados a nuestra suerte, y no parece que la situación vaya a cambiar.
Sin embargo, los ayuntamientos, seguimos trabajando por el bienestar de la ciudadanía, prestando los mejores servicios y mejorando la calidad de vida. Aunque ya saben, al final, sin dinero no hay rock and roll.
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