Modesto Martínez Hace tiempo que llevo pensado cuál sería el motivo de mi primer artículo de opinión como presidente del PP de Alboraya. Me he planteado muchos temas desde hablar de la falta de limpieza de nuestro municipio, de lo mal conservado que está todo o el recurrido y recurrente PGOU. Sobre este último podríamos hacer una tesis doctoral con toda la información que hemos visto, una tesis que sería muy similar a la de Pedro Sánchez porque poca verdad hay en toda la tinta derramada.
Quería que mi primer artículo resumiera en una idea lo que el Partido Popular quiere para Alboraya y no queremos más que reactivarla. Algunos pensaréis que eso es fácil decirlo y difícil hacerlo. Difícil es, pero imposible: no. No es imposible porque debe nacer de la ilusión de la Alboraya que queremos y, aunque quede bucólico, del pueblo que soñamos. Yo sueño un pueblo diferente al que tenemos ahora. Un pueblo en el que no cambiaría por nada del mundo a su gente: emprendedora, capaz, “curranta” y resolutiva pero, sobre todo, amante de todo lo que rodea a su tierra.
Para mi equipo, reactivar Alboraya es fundamental. Todo esfuerzo pasa por hacer que sea un municipio donde seamos referentes en materia industrial, que tengamos un polígono atractivo para las empresas y no en lo que se ha convertido en los últimos años. Para reactivar Alboraya hay que rebajarle impuestos a los que crean empleo, eliminación del IAE local y ayudas directas para que se vean reflejadas en contrataciones de vecinos de nuestro municipio. Debemos pasar de ser un infierno a un oasis administrativo y eso solo se hace trabajando y gestionando.
Para reactivar Alboraya hay que cuidarla y mimarla como se merece. No se puede convertir en una carrera de obstáculos pasear por ciertas zonas de nuestro pueblo con los contenedores a rebosar y enseres fuera día tras días. Algún concejal del gobierno niega la mayor pero será porque no pasean por el pueblo.
Para reactivar Alboraya hay que ser capaz de escuchar. Pero no queremos escuchar pasivamente si no queremos trasladar la voz de todos y cada uno de los Alborayenses que piensen que Alboraya necesita ser reactivada: asociaciones, empresarios, autónomos, trabajadores, etc. En definitiva: la gent del meu poble. La meua gent.
Para reactivar Alboraya hay que tener un plan de pueblo no sólo un plan general que detrás de eso no hay nada más. Hay que definir las líneas de lo que queremos para nuestro municipio. De nuestro desarrollo urbano y su conjugación con la huerta. Tenemos que abrir un proceso participativo en el que los vecinos decidan qué tipo de Alboraya quieren y olvidarnos de hacer política de espaldas a la gente. Alboraya está parada. Por eso os necesitamos a todos. Por eso es necesario que Reactivem Alboraya. Cuento con vosotros.
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