Imagen cedida por la contrata municipal Lokímica de un miriápodo o milpiés. EFE Las lluvias han propiciado la proliferación de un miriápodo o milpiés especialmente en zonas de vegetación descuidada que, aunque es inofensivo, se convierte en una molestia para los ciudadanos porque se recogen por kilos.
Esta situación se produce en muchos municipios por las lluvias primaverales y en concreto en Sagunto, con un PAI paralizado lleno de solares con la vegetación sin cuidar. La contrata municipal Lokímica ha recibido "más avisos de gusanos que de cucarachas", han indicado a EFE sus responsables, han indicado fuentes municipales.
Lokímica ha constatado que todas las quejas tienen como foco la vegetación descuidada, que prolifera descontroladamente en este lluvioso año, de ciertas parcelas con un mantenimiento deficiente.
Para prevenirlo, el Ayuntamiento de Sagunto, a través de los departamentos de Sanidad y Urbanismo, ejecuta un ambicioso plan para obligar a los propietarios a mantener las parcelas en condiciones sanitarias tales que no generen molestias.
Los terrenos donde la vegetación ha crecido desmesuradamente favorecen el incremento de plagas y aumentan el riesgo de incendios cuando la sequía estival deseque las plantas, lo que convierte todos esos kilos de biomasa vegetal en yesca capaz de propagar un posible fuego, ha advertido en consistorio en un comunicado.
El Ayuntamiento ha pedido paciencia a la ciudadanía afectada la proliferación de esta especie, pues los expedientes de limpieza están sujetos a plazos administrativos que pueden demorarse de dos a cuatro meses hasta la limpieza de la parcela por parte de la propiedad o de manera subsidiaria por el ayuntamiento.
Los plazos administrativos se han visto paralizados durante el estado de alarma, que no ha permitido hasta la semana pasada poder realizar las notificaciones a los propietarios.
Los miriápodos, que no son gusanos ni insectos, pertenecen a los artrópodos segmentados (es decir que su cuerpo está formado por anillos) en concreto al grupo de los diplópodos, conocidos habitualmente como milpiés.
Las especies existentes en nuestra zona no solo son beneficiosas, sino que son necesarias ya que además de servir de alimento a las aves, descomponen la materia vegetal, ayudando con ello a reducir el riesgo de incendio en las parcelas donde se encuentren.
Con la misma rapidez con la que aparecen, desparecen a las 48 horas de cesar las lluvias (sin necesidad de tratamientos químicos) ya que no soportan la falta de humedad que sufren lejos de su entorno pero mientras son visibles son molestas para la gente, según los expertos, ya que producen "asco".
Para protegerse de esta plaga, el Ayuntamiento recomienda poner papel de aluminio como barrera de protección en ventanas, puertas y garajes ya que, aunque son buenos escaladores no pueden trepar por él, así como aspirar a los ejemplares desplazados y devolverlos a su lugar de origen o el uso de trampas domésticas.
En el caso de que se opte por realizar tratamientos, se desaconseja el uso de medios químicos y en su lugar, usar medios físicos como esparcir tierra de diatomeas en las zonas de acceso de los milpiés, que genera una barrera de cierta persistencia sin efectos secundarios en mascotas o usuarios de la vivienda.
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