La
percepción del riesgo es sumamente subjetiva. Cada inversor cuenta
con un umbral de riesgo y con diferentes recursos para asumir
situaciones de incertidumbre. La imprevisibilidad constituye un
inevitable factor de inestabilidad. Además, la complejidad inherente
a la toma de decisiones está asociada a la gran cantidad de
variables que intervienen en el entorno económico. Por ejemplo, a
inicios de 2022, muy pocos analistas consideraban la invasión de
Ucrania como un riesgo verdadero, descartado de las previsiones como
un factor a considerar.
Sin embargo, en lo que respecta al entorno económico, las
variables geopolíticas son más determinantes que a principios de
año.
Existen herramientas para cuantificar el riesgo
En lo que concierne a la gestión del
riesgo y la forma de convivir con él, existe un elemento decisivo:
El modo en que cada inversor entiende el concepto de rendimiento y/o
rentabilidad. Por otra parte, la volatilidad que caracteriza a los
mercados, especialmente en momentos de crisis, se manifiesta como un
condicionante a la hora de tomar decisiones financieras.
Análisis
de riesgos de inversión
En cualquier caso, es importante tener en
cuenta que invertir sin riesgo es imposible. La incertidumbre es
inherente al proceso de inversión pero, la evaluación de riesgos
puede ayudarnos a determinar cuáles son las líneas de decisión más
convenientes. Para ello, es necesario conocer cuáles son los
principales riesgos que pueden repercutir en una inversión. En este
artículo elaborado por Forward U, premiada por la prestigiosa
revista Capital Finance International (CFI.co)
en la categoría ‘Mejores soluciones de ahorro a largo plazo de
Europa’, identifican siete riesgos
financieros al invertir: El riesgo de crédito, de
mercado, de liquidez, operativo, de contrapartida, de ejecución y de
concentración.
Fórmula de desviación estándar y volatilidad de activos
financieros
Para desarrollar un análisis financiero
efectivo, debe analizarse la volatilidad del activo financiero de
interés para a continuación evaluar si la incertidumbre es
tolerable. De acuerdo con la fórmula de cálculo de la desviación
estándar, una inversión con una volatilidad que sobrepase el 15% se
considera volátil, es decir, que por debajo de dicho valor, su tasa
de rentabilidad es considerada estable.
Rendimiento e inversión se relacionan proporcionalmente
En términos generales, la relación que
se establece entre riesgo y rendimiento es de tipo proporcional, es
decir: Cuanto mayor sea el rendimiento potencial que se proyecta
detrás de una inversión, mayor es también el riesgo que debe
asumirse. No obstante, a pesar de que, a priori, trazar estrategias
basadas en este tipo de inversiones pueda resultar interesante, lo
más recomendable es evitar esta clase de movimientos durante
períodos de convergencia e inestabilidad.
Dar prioridad a activos refugio constituye una alternativa
razonable pues, proporcionan una infranqueable garantía de seguridad
ante los escenarios más adversos. Igualmente, la diversificación de
cartera puede ayudar a minimizar considerablemente los riesgos de
pérdida sin sacrificar la rentabilidad potencial.
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