Entrada principal de la Audiencia Provincial de Alicante. EFE/Morell
La fiscalía ha elevado a tres años y tres meses la petición de cárcel un hombre que se hizo pasar por psicólogo y al que se acusa de agredir sexualmente a una mujer con la que, en compañía de más personas, convivía en una vivienda de Alicante.
Este individuo ha sido juzgado este miércoles en la Audiencia de Alicante y la fiscalía también le solicita 15 meses de multa con cuota diaria de seis euros como responsable de un delito de intrusismo, aunque le aprecia la atenuante de reparación del daño, al haber depositado antes de la vista 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
La presunta agresión sexual tuvo lugar en la madrugada del 2 al 3 de junio de 2023 en el domicilio de la ciudad de Alicante que compartían el acusado, su esposa y su hija, así como la víctima y su pareja, amigo del encausado.
El procesado se había ganado la confianza de la perjudicada ofreciéndole ayuda como psicólogo terapeuta para tratar sus problemas de insomnio, a pesar de no contar con la titulación requerida, y le recomendó que tomase pastillas benzodiacepinas, que tienen efectos hipnóticos, a lo que la víctima aceptó a partir de la confianza que se había establecido entre ellos.
El día de la agresión sexual, según la fiscalía, el procesado le dijo que se tomase tres pastillas y su pareja una, además de dormir en habitaciones distintas para que ambos pudiesen conciliar el sueño y después de mantener relaciones sexuales.
Según la versión de la acusación pública, el encausado accedió en torno a las 2:00 horas de la madrugada a la habitación en la que se encontraba la mujer y la agredió sexualmente cuando ella estaba semiinconsciente.
En su declaración, el hombre ha dicho que entró en la habitación “para comprobar cómo estaba, puesto que sabía que se había tomado las tres pastillas” y que, al despertarla y comenzar a hablar con ella, “hubo una conversación y un acercamiento personal", sin agresión sexual.
Ha negado que se hiciese pasar por psicólogo terapeuta profesional, puesto que nunca había trabajado como tal ni en Colombia (su país de origen), ni en España, aunque sí ha sostenido que había obtenido un diploma de psicología infantil tras cursar dos años de estudio en su país.
Sobre la página web y las cuentas en redes sociales en las que se identificaba como psicólogo terapeuta, ha señalado que en realidad no se presentaba como profesional titulado sino que eran “categorías” sobre áreas de conocimiento que utilizaba para darse a conocer entre la comunidad extranjera cuando llegó a España para establecer relaciones y encontrar oportunidades laborales.
En la vista también ha declarado la pareja de la víctima, que ha asegurado que tanto él como la víctima confiaron en el acusado después de haber mantenido una relación de más de diez años.
También ha declarado un policía que instruyó la denuncia presentada por la perjudicada, quien ha certificado que contrastaron que el acusado no estaba colegiado como psicólogo ni como médico. Y, por último, también ha declarado un perito médico forense, quien ha señalado que las pastillas recomendadas por el acusado se presentaban en dosis de 5 y 10 miligramos y que la cantidad máxima recomendable al día era de 10, por lo que tres pastillas era una dosis alta. El juicio ha quedado visto para sentencia.
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