Nuria Enguita, directora del IVAM. EFE/Ana Escobar
La directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Nuria Enguita (Madrid, 1967), afirma en una entrevista con EFE que le gusta vivir el momento, que se evade paseando por la huerta del barrio valenciano de Campanar, y que estuvo a punto de coger un año sabático para recorrer Chile y Argentina con su pareja en furgoneta.
PREGUNTA: ¿Quién la introdujo en el mundo del arte?
RESPUESTA: Mis padres nos llevaban desde pequeños al Museo del Prado, pero fue a partir de los 15 años cuando empecé a ver exposiciones por mi cuenta, entre ellas las de la galería Fernando Vijande y las del Centro Nacional de Exposiciones. La movida madrileña no la viví, pero sí la postmovida a partir de 1984.
P: ¿Y de las visitas al Prado surgió esa admiración por Goya?
R: Goya para mí fue y sigue siendo uno de los grandes, de los referentes.
P: De no haberse dedicado al arte, ¿por qué habría optado?
R: Tengo un hermano arquitecto y estudiábamos mucho juntos. Y la arqueología en algún momento también me atrajo. Después me he dado cuenta de que también me podía haber dedicado a la sociología, a la antropología o a la filosofía.
P: ¿Cuándo estuvo haciendo prácticas en el IVAM, en algún momento se le pasó por la cabeza: si yo dirigiera este museo...?
R: Nunca me he puesto retos o metas. Vivo el momento. Entonces había esa energía del inicio y de la juventud. Fueron años muy intensos, de un trabajo muy fuerte, de crear algo que no existía. Al final decidí tener una vida en València porque me enamoré de un valenciano, y estoy muy contenta de haber vuelto.
P: Su pareja y usted son unos activistas en el barrio de Campanar
R: Es una delicia vivir en una ciudad tan interesante como València, y además en un barrio que es como un pueblo. Conocemos a todos los vecinos, tenemos proyectos conjuntos. La relación con la huerta es muy intensa porque está muy presente, y eso me da mucha perspectiva. Paseo mucho por ella y me ayuda a despejarme y a evadirme.
P: ¿Elegiría Madrid, Barcelona y València para...?
R: València ahora mismo para vivir. Madrid la pienso como mi ciudad, porque hay muchos recuerdos familiares, de amistad, y me gustaría retomar la relación con ella. Soy una enamorada del mar y de la gran ciudad, y viví una época maravillosa en Barcelona.
P: ¿En qué momento artístico le hubiera gustado vivir?
R: En la primera década del siglo XX en algún lugar de Europa, y en los años 70 -un momento de inflexión de todo- en Nueva York o en Río de Janeiro.
P: ¿A qué artista le hubiera gustado haber conocido?
R: Gordon Matta-Clark. Es un artista que he trabajado mucho, he entrevistado a muchas personas que le rodearon. Y a Lygia Clark, una persona fascinante a la vez que compleja.
P: ¿Y una obra en la que se gastaría sus ahorros?
R: Siempre he sentido mucha fascinación por Paul Klee. Si pudiera me quedaría con algún dibujo de los que hizo en Túnez.
P: A la hora de viajar ¿elige el destino por su oferta museística o intenta desconectar?
R: Busco desconexión y suele ser montaña, Pirineos.
P: ¿Su hijo resopla cuando le dice 'vamos a ver una exposición', o ha conseguido llevarlo a su terreno?
R: En un momento dado dijo que no iba más a un museo y lleva varios años cumpliéndolo. Antes había negociación posible. Ahora, con 16 años, ya no. Espero que vuelva en el futuro.
P: En la lectura, ¿opta por el arte?
R: Leo ensayo relacionado con el arte, la política o la antropología, como Andrea Soto Calderón o Yuk Hui, y también novela. Hace unos años era novela negra, Fred Vargas me encantaba. Ahora leo más literatura feminista, como Margaret Drabble o Aixa de la Cruz.
P: Y de aficiones, ¿tiene alguna artística?
R: No, ja ja, ni pinto ni cocino. Hago un poco de todo, pero no tengo una afición definida.
P: ¿Música clásica, pop o rock?
R: Antes escuchaba clásica, porque no podía estudiar con otro tipo de música. Ahora me gustan grupos valencianos y he vuelto a la música de los 90, de mi juventud. Pero en el coche escoge mi hijo, y escuchamos sobre todo música urbana.
P: Algún cantante o grupo que le evoque buenos recuerdos.
R: Me gustaba y me sigue gustando mucho David Bowie. Fue una figura y un momento muy interesante. También el blues y el flamenco.
P: ¿Y es más de cine o de series?
R: Desde muy joven he ido mucho al cine, ahora alterno. El cine para mí es más exigente, me gusta el experimental, películas que a veces no tienen trama y requieren concentración y ganas de mirarlo. Las series me permiten más evasión. Ahora estoy con 'Halt and Catch Fire', sobre el nacimiento de internet.
P: Complete esta frase: el día menos pensado....
R: Soy demasiado racional, ja ja. Hace unos años mi pareja y yo estuvimos a punto de dejarlo todo, tomarnos un año sabático e irnos a Chile y Argentina con una furgoneta para hacer cine por los pueblos, con algunos amigos y amigas de allí. Pero llegó nuestro hijo y se pasó esa oportunidad. Hace un tiempo lo recordamos con cierta nostalgia.
Por Eva Batalla
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