Nueve de cada diez familias
solicitantes de adopción valoradas por el Consejo de Adopción de
Menores de la Comunitat Valenciana durante el primer semestre de 2011
han sido declaradas idóneas. Concretamente, el 92,5% de las 293
solicitudes estudiadas han obtenido la idoneidad y tan sólo 22, el
7,5%, han resultado no idóneas.
Las solicitudes de adopción valoradas según estructura familiar,
han sido, 256 de familias biparentales, con un 94,2% de idoneidad, 32
familias monoparentales de mujer con un 81,2% de idóneas y 5 familias
monoparentales de varón con un 80% % de idoneidad.
La directora general del Menor, Carolina Martínez, ha señalado que
la obtención de la idoneidad es el primer paso que deben dar las
familias que quieren adoptar un menor. La adquisición de este trámite
administrativo se ha agilizado significativamente en los últimos años,
y "siguen implantándose los medios que permitan seguir reduciendo la
duración de los procedimientos".
El porcentaje de idoneidad en las personas solicitantes de
adopción nacional desciende respecto a las de adopción internacional
del 96% al 84%. La directora general del Menor atribuye esta diferencia
en el porcentaje a dos factores, "porque en nacional hay mayor
presencia de solicitudes de adopción de niños con necesidades
especiales y porque las familias de nacional son de mayor edad, toda
vez que llevan más tiempo para ser valorados".
Según ha aclarado la responsable del Menor, la necesidad de valorar
la idoneidad, proviene de las diferencias entre la paternidad biológica
y la paternidad adoptiva, ya que ésta última, "entraña una dificultad
añadida, al crear un vínculo con un niño que ha pasado por múltiples
dificultades desde su nacimiento".
A juicio de Carolina Martínez los padres adoptivos no pueden
permitirse fallar "porque sus hijos adoptados ya han tenido unos padres
que por diversas circunstancias ya les han fallado y le haríamos un
flaco favor al hacerles pasar de vivir con las carencias de una
institución, a sufrir los problemas de unos padres adoptivos que no
puedan atender a sus necesidades emocionales".
En cuanto a la necesidad de establecer criterios de idoneidad, la
directora general del Menor, ha señalado que tanto los países de origen
de los niños en situación de adoptabilidad, así como el Estado Español,
"están obligados a verificar que las familias que solicitan una
adopción, proporcionarán al niño las condiciones afectivas, emocionales
y sociales que pueden considerarse básicas para su desarrollo
personal".
Consejo de Adopción
Carolina Martínez ha explicado que el Consejo de Adopción de la
Comunitat Valenciana valora los expedientes de las familias de manera
especial y su trabajo, "no se limita a comprobar simplemente si la
familia desea a ese niño y si le proporcionará alimento y
escolarización".
En este sentido ha destacado que las decisiones de dicho Órgano
Colegiado son puramente administrativas, "son decisiones técnicas
refrendadas por la sociedad civil valenciana representada por diversas
instituciones y entidades que forman parte del Consejo".
Así, ha puntualizado, la representación de la sociedad en el
organismo se compone de personas cualificadas y con conocimientos sobre
el área de familia, menor y adopciones, lo que permite que en la toma
de decisiones se apliquen criterios cualificados y plurales que
reflejen nuestra realidad social.
Criterios y valoraciones
Respecto a las valoraciones para determinar la idoneidad de los
solicitantes de adopción, la directora general ha explicado que
básicamente "hacen hincapié en el realismo del proyecto, es decir, que
la familia sea consciente de las dificultades que supone una adopción,
para que después no se vea desbordada o decepcionada por la realidad de
la paternidad adoptiva". También se valora la motivación de la familia
para comprobar que la adopción no responde a cubrir carencias afectivas
ni vacíos existenciales.
El objetivo de la administración es, precisamente, en opinión de
Carolina Martínez, "minimizar el riesgo de fracaso de la familia
adoptiva con el niño, determinando si las familias estarán preparadas
para afrontar y superar el proceso de adaptación mutuo. Hay que evitar
a toda costa la vuelta del niño a un centro de acogida, ya que las
secuelas psicológicas para él podrían ser irreversibles".
Por lo tanto, las valoraciones psicosociales que se realizan para
determinar la idoneidad de los solicitantes de adopción, pretenden
valorar a cada familia en función de su capacidad para enfrentar la
problemática inherente a la paternidad adoptiva, como forma principal
de prevención de fracasos.
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