Expertos en neurorrehabilitación piden extremar la precaución ante posibles ahogamientos en playas y piscinas de uso particular para evitar una anoxia cerebral, y recuerdan que los socorristas tienen prohibido, por la covid-19, hacer acciones de reanimación ante una parada cardíaca como el "boca a boca".
En un comunicado, el servicio de neurorrehabilitación de Vithas Valencia Consuelo recuerda que solo hacen falta veinte centímetros de agua para que se produzca un ahogamiento y que una disminución del aporte de oxígeno puede causar lesiones neurológicas graves, principalmente anoxia cerebral.
El neurólogo y director de investigación de Vithas NeuroRHB en Valencia Consuelo, Enrique Noé, advierte de que "la afectación del tejido cerebral por falta de oxígeno puede implicar lesiones muy graves que dependerá del tiempo que el cerebro permanezca privado de oxígeno y de que la reducción del flujo sea total o parcial, como el daño cerebral irreversible o déficit neuropsicológicos, logopédicos y físicos de por vida".
Noé recuerda que el número de lesiones en la época estival aumenta sobre todo por exceso de confianza e imprudencias, "dos factores de riesgo que son totalmente evitables".
Por ello hace un llamamiento a la "prevención", sobre todo entre los más pequeños, ya que señala que "son solo necesarios veinte centímetros de agua y menos de tres minutos para que suceda una tragedia de esta índole".
Advierte además que este año, ante la situación frente a la covid-19, se cuenta con el agravante de que los socorristas no podrán hacer el "boca a boca" bajo ningún concepto, ya que según el protocolo de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo "toda víctima es infecto-contagiosa hasta que se demuestre lo contrario, con lo cual la mayor arma del socorrista es la prevención".
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