La moción planteada por la coalición Compromís para acabar con delitos como
el escarnio, al que se acogen determinados colectivos fundamentalistas
religiosos para reprimir las opiniones expresadas en redes sociales ha
prosperado esta mañana en el Senado con los votos favorables de PSOE, ERC, PNV
y Mixto y el rechazo de PP y CS. El portavoz de Compromís, Carles Mulet,
ha explicado que la moción insta al Gobierno a impulsar los trámites y el
procedimiento para la derogación del artículo 525 del Código Penal.
“Hemos visto demasiados casos de tuiteros, humoristas o músicos que se
enfrentan a años de cárcel por hacer chistes o expresar sus opiniones
religiosas como consecuencia de un código penal arcaico no equiparable a los
estados modernos, manteniendo delitos que sostienen grupos fundamentalistas y
gente que, si pudiera, quemaría en la hoguera a la gente por expresar sus ideas
u opiniones”, indica el senador.
La coalición se fija en el artículo 525, donde bajo la denominación
eufemística de ofensas a los sentimientos religiosos pervive la blasfemia o el
escarnio todavía hoy, con penas de multa de ocho a doce meses. “Este
artículo sigue siendo la puerta de entrada a que se admitan las denuncias ante
los tribunales contra quienes satirizan sobre asuntos religiosos, que se ven
forzados a la pena del banquillo, a pesar que no existen prácticamente condenas
por estos delitos contra los sentimientos religiosos, a la vez que el Consejo
de Europa o el Tribunal de los Derechos Humanos han pedido la despenalización
de estos delitos de blasfemia”, ha agregado.
Para Mulet “urge acabar con esta contradicción de no poder criticar
la honorabilidad del rey o sus privilegios, de amenazar con cárcel. La libertad
de expresión no se tiene que adaptar a los que a determinados colectivos les
parezca lo correcto” y ha recorda que “el artículo 525 del Código Penal
es innecesario”, como así demuestran las recientes sentencias.
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