La construcción de infraestructuras para el transporte en hormigón garantiza su funcionalidad hasta 30 años. FOTO: EPDA. Con motivo de la cesión
de varios centenares de carreteras, caminos y travesías de la Generalitat a los
ayuntamientos valencianos, CEMEX reivindica la necesidad de impulsar el uso de las
soluciones que el cemento y el hormigón ofrecen a las infraestructuras de
transporte por carretera como método de ahorro frente a los sistemas de
construcción tradicionales. Esta técnica permitirá reducir a los municipios de
la Comunitat hasta un 80% los gastos de conservación de los viales, garantizando una vida
superior a los 30 años.
En este sentido, el gasto
anual medio en mantenimiento de pavimentos equivale al 2% del coste de la
infraestructura y “con el hormigón se podría reducir considerablemente este
gasto. Y es que con los presupuestos de los municipios tan ajustados, tenemos la
necesidad de invertir en carreteras ‘pensando en el futuro’ con materiales
duraderos, resistentes, sostenibles y económicos”, señala Antonio Jiménez, director
comercial de CEMEX en la Comunidad Valenciana. En esta misma línea, la
Asociación Española de la Carretera (AEC), ha denunciado recientemente que se
invierte en conservación y mantenimiento de viales la mitad de lo que sería
necesario para su
mantenimiento y adecuación.
Según Jiménez, "hay vías como la Y asturiana o
la autopista de peaje Sevilla-Cádiz, construidas a principios de los 70 en
hormigón y que hoy en día se encuentran todavía en servicio que tienen unos
costes de conservación muy reducidos. En la Comunitat también hay ejemplos como
el tramo Ondara-Xeresa de la AP-7 construido a principios de los 80."
Las experiencias descritas ponen de manifiesto que
las carreteras de hormigón son más duraderas, más seguras y sus costes de
mantenimiento son más bajos que los de otras soluciones convencionales. Además,
con esta técnica es posible rehabilitar carreteras convencionales. Por ello,
según destaca Jiménez, “son una alternativa real en tiempos de crisis para
mantener la seguridad de los más de 4.000 kilómetros de viales secundarios
construidos en la Comunitat”.
De hecho, así lo certifican estudios internacionales
como el elaborado por la Asociación Mundial de la Carretera (AIPCR) que destaca
las cualidades de durabilidad y seguridad en los viales de hormigón. En la
actualidad países como EE.UU, Brasil, Argentina, Méjico, Guatemala, El
Salvador, Alemania, Austria y Bélgica son las regiones que utilizan de manera
más frecuente esta solución para sus carreteras.
En el caso de los túneles el uso de pavimento de
hormigón proporciona mayor seguridad a los transportistas y usuarios y a los
equipos de emergencias, ya que en caso de accidente con incendio no arde ni desprende
sustancias tóxicas.
Sostenibilidad y
durabilidad
El uso de hormigón para carreteras secundarias,
viales con tráfico pesado o zonas concretas, que soportan un alto grado de
tránsito de vehículos, son una solución segura que respeta el medio ambiente. Las
carreteras de hormigón no requieren del uso de asfalto, derivado del petróleo,
y por tanto sometido a una gran variabilidad de precio, menos duradero y poco
sostenible.
Por otro lado, según señala Jiménez, “la
responsabilidad social también es un factor a tener en cuenta. El cemento se
fabrica en la propia Comunitat Valenciana, con materias primas locales y en
muchos casos usando material reciclado en el proceso de fabricación. Con ello
se ayuda a mantener puestos de trabajo directos en un año en el que la
producción de cemento se ha reducido a niveles de los años 60”.
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