En la Antigüedad la astronomía y la astrología estaban diferenciadas por una cortina casi invisible. Los avances de los babilonios sobre los astros quedaron recogidos en tablillas cuneiformes. Y los de los griegos en mosaicos y poemas. Los sabios miraban los astros pero a la vez buscaban el influjo de estos en las personas. Así los romanos desarrollaban estudios para vaticinar el desenlace de las batallas, como en el combate de Puente Milvio, en el año 312, en el que triunfó Constantino, quien al año siguiente dio libertad de cultos en el Imperio Romano.
Para escribir sus novelas El velo de la promesa y Memorias de Helena, María tuvo que sumergirse en la Historia de la astrología porque en la cultura pagana a casi todos los hechos se le buscaba un origen mítico. Actualmente, la astronomía y la astrología son dos disciplinas diferentes. También en el proceso de documentación de su novela Sin el estigma de Eva, libro de María en el que el padre de la protagonista, Christine de Pizan, la primera escritora profesional de la Historia, era en el siglo XIV médico, astrólogo, astrónomo y un sinfín de profesiones. Y todo ello al servicio del rey de Francia, Carlos V el Sabio, llamado así por intentar integrar en su reino todas las ramas del conocimiento.
En la Antigüedad la astronomía y la astrología avanzaban prácticamente a la vez, pero especialmente a partir de la revolución científica emprendida por Copérnico y desarrollada por Galileo y Kepler, en la Edad Moderna se fueron separando. No obstante, costó establecer una divisoria pues todavía en el siglo XVIII el físico Isaac Newton, que formuló la teoría de la gravedad, era aficionado a la cábala y a la alquimia. La astronomía es la ciencia que estudia desde la perspectiva física los astros, sus movimientos y las leyes que los rigen. En cambio, la astrología realiza el análisis de la posición y del movimiento de los astros con un objetivo, que es predecir hechos y conocer el carácter de las personas.
Los instrumentos de astrónomos y astrólogos también quedaron perfilados como diferentes: los primeros usando telescopios, interferómetros astronómicos y otros artilugios para trazar mapas del cielo, descubrir astros y predecir eclipses, y los segundos valiéndose de la interpretación de dichos mapas del cielo, de las constelaciones y de los signos para diseñar cartas astrales y adivinar el futuro.
Hoy la astronomía brinda su tecnología al sector aeroespacial, pero también sus métodos pueden ser empleados en el ámbito energético para buscar nuevos combustibles fósiles o para evaluar las nuevas energías renovables. En la base de Cuatro Vientos en Madrid puede visitarse el Museo de Aeronáutica y Astronáutica del Ejército del Aire y del Espacio. En la Comunidad Valenciana puede practicarse astroturismo en las tres provincias, por mencionar algunos paisajes privilegiados desde los que contemplar las estrellas: en Valencia en la comarca de
Los Serranos, en Alicante en la isla de Tabarca y en Castellón en el Planetario del Grao.
Dra. María LARA MARTÍNEZ, Profesora de Ciencia Histórica y Antropología de la UDIMA. Embajadora Marca Ejército del Ejército de Tierra. Historiadora miembro del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire y del Espacio
Dra. Laura LARA MARTÍNEZ, Profesora de El mundo actual de la UDIMA. Embajadora Marca Ejército del Ejército de Tierra. Historiadora miembro del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire y del Espacio
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