Viaje a Filipinas y América.
Francisco Javier Balmis.Las Fuerzas Armadas Españolas participan en la lucha contra el coronavirus Covid19 en la Operación Balmis, nombre con que la han bautizado en memoria y homenaje al médico militar Francisco Javier Balmis, alicantino, quien estudió medicina en Alicante y llevó la vacuna contra la viruela a las colonias del Imperio Español en América y Filipinas, incluso hasta Macao y la provincia china de Cantón, entre los años 1803 y 1806.
Balmis fue cirujano honorario de Carlos VI. Formado en el Hospital Militar de Alicante, donde trabajó como practicante. El Tribunal del Protomedicato de Valencia le otorgó el título de cirujano en 1778.Se trasladó a México en 1781, donde ejerció de cirujano mayor del Hospital de San Juan de Dios (1787-1788). Realizó investigaciones sobre la curación de las enfermedades venéreas mediante el uso de plantas medicinales y regresó a España en 1792.
Publicó el libro “Demostración de las eficaces virtudes nuevamente descubiertas en las raíces de dos plantas de la Nueva España, especies de ágave y de begonia, para la curación del mal venéreo y escrofuloso” en 1794. Alcanzó gran prestigio como médico y obtuvo el cargo de cirujano de cámara de Carlos IV(1795). Dos años después se graduó en Medicina por la Universidad de Toledo y continuó su formación en Madrid, donde conoció y difundió la vacuna contra la viruela, descubierta por el médico inglés Edward Jenner. En 1796 publicó“Introducción para la conservación y administración de la vacuna, y para el establecimiento de juntas que cuiden de ella” y en 1803 tradujo la obra de Jacques Louis Moreau “Tratado histórico y práctico de la vacuna contra la viruela”
La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, también conocida comoExpedición Balmis,tuvo un carácter filantrópico que dio la vuelta al mundo y duró desde 1803 hasta 1806. Su objetivo era en principio que la vacuna de la viruela alcanzase todos los rincones del Imperio español, ya que la alta mortandad del virus estaba ocasionando la muerte de miles de niños.
El rey Carlos IV apoyó y sufragó con fondos públicos al médico de la corte, el doctor Balmis, en su idea de una vacunación masiva de niños a lo largo del imperio, ya que su propia hija, l ainfanta María Teresa, había fallecido a causa de la enfermedad.
Se considera la primera expedición sanitaria internacional de la historia.1 Se puede entender globalmente como «una caravana infantil con rumbo al Nuevo Mundo para transportar la vacuna y prevenir las epidemias de viruelas.
Cinco años después de la publicación de este descubrimiento, en 1803, el rey de España Carlos IV, que había perdido a una de sus hijas por la viruela, María Teresa (1791-1794), aconsejado por su médico de corte Balmis, mandó organizar una expedición para extender la vacuna a todos los dominios de Ultramar (América y Filipinas). Además, en 1805 se promulgó una real cédula mandando que en todos los hospitales se destinase una sala para conservar el fluido vacuno.
El elegido para esta misión fue el alicantino Balmis, que partió de La Coruña con los veintidós niños que iban a llevar el fluido vacuno en sus brazos hasta América, y 2000 ejemplares del libro sobre la vacuna, para establecer juntas de vacunación en las ciudades visitadas que garantizasen la conservación del fluido y la vacunación a las generaciones futuras. Era la primera vez en la historia que se preparaba lo que ahora llamaríamos una misión humanitaria de medicina preventiva, y que significó uno de los primeros pasos para la erradicación de la enfermedad a escala mundial.
Uno de los principales problemas que se presentaron a la hora de idear la expedición fue cómo conseguir que la vacuna resistiese todo el trayecto en perfecto estado. La solución se le ocurrió al mismo Balmis: llevar en el viaje a cierto número de niños, e ir pasando cada cierto tiempo la vacuna de uno a otro mediante el contacto del fluido de las pústulas.
La misión llegó a Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Nueva España, las Filipinas y China. El barco llevaba instrumental quirúrgico y cientifico, así como la traducción delTratado práctico e histórico de la vacuna, de Moreau de la Sarthe, para ser distribuido por las comisiones de vacunación que se fundaran.
En su campus de san Juan de Alicante, la Universidad Miguel Hernández le tenía dedicado monumento con su busto, donación de un club Rotary, el cual fue robado el pasado año, obra de gamberros o desaprensivos.
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