Dispositivo que se había preparado por si había que evacuar Fontilles. EFE/AVAN
La lluvia caída miércoles por la tarde evitó el desalojo del sanatorio de Fontilles, en la Vall de Laguar, que atiende a 144 personas dependientes y enfermos crónicos y que tenía ya preparado un protocolo de evacuación preventivo por la cercanía del incendio de Vall d'Ebo.
Así lo han explicado fuentes del Arzobispado de Valencia, que han señalado que familias de 40 usuarios del sanatorio San Francisco de Borja de la Fundación Fontilles los trasladaron a sus hogares "para una mayor tranquilidad de ellos" y para facilitar un posible desalojo.
"Vivimos aquellas horas con mucha impotencia por ver cómo se destruía un paraje natural de tanto valor y pensando en las personas desalojadas y su miedo, pero también con la tranquilidad de que el fuego no arrasó ningún núcleo de población afectado", han explicado desde la Fundación Fontilles.
A mediodía llegaron al sanatorio autobuses de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para tener preparado un dispositivo de desalojo de los usuarios, con la colaboración de Guardia Civil y Bomberos, si bien finalmente la lluvia que cayó por la tarde evitó tener que adoptar esa medida.
Construido en 1909, este complejo ha atendido a lo largo de sus 113 años de historia a tres mil personas afectadas por la enfermedad de la lepra y en la actualidad alberga el Hospital Ferris, centro hospitalario de media y larga estancia, y el centro geriátrico Borja, especializado en la atención de personas mayores con algún grado de dependencia.
Por otra parte, las parroquias cercanas a las zonas afectadas por el incendio de la Vall d’Ebo y Cáritas se han ofrecido a ayudar a las familias desalojadas.
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