Para casos de dolores musculares o lesiones producto del ejercicio, la electroestimulación en fisioterapia ha demostrado tener efectos positivos al acelerar el proceso de rehabilitación. Pero ¿qué es la electroestimulación? Consiste en el uso de dispositivos que transmiten impulsos eléctricos a los músculos y que tienen un efecto de alivio en el musculo sobre el que se ponga. Por esta razón, cada vez son más los fisioterapeutas que se valen de ellos.
¿Para quién está recomendada la electroestimulación?
La rehabilitación por electroestimulación es la forma más completa para que los músculos se recuperen, pero ¿quién es un candidato apto para este tipo de terapia? En general, cualquier persona que tenga alguna dolencia en zonas como la espalda, los hombros, la zona lumbar, que presente debilidad muscular, bursitis o que haya sufrido alguna lesión mientras realizaba una actividad física o practicaba algún deporte. De hecho, en los atletas es frecuente su implementación.
En el caso de las personas que presentan debilidad muscular, la electroestimulación puede contraer los músculos que están débiles, lo que hace que las dolencias comiencen a desaparecer.
Pudiera entenderse entonces que toda persona con una dolencia o desgarro muscular puede usar este tipo de aparatos, pero en realidad no es así. Para ser exactos, esta terapia está contraindicada en el caso de pacientes inestables mentalmente o con sensación de tejidos alterados, además, no puede ser usada por quienes tengan marcapasos.
Tipos de electroestimuladores
Como comentamos antes, esta terapia se basa en el uso de un dispositivo que transmite las señales eléctricas. A este dispositivo se le llama electroestimulador y existen dos tipos: TENS y EMS.
TENS: se suele emplear cuando la persona sufre de dolor crónico y agudo, para lo cual se pone corriente directamente en el área afectada. Con esto, se bloquean las señales de dolor que llegan al cerebro. Este tipo de dispositivos pueden ser usados incluso desde casa bajo las recomendaciones de un especialista.
EMS: a diferencia del método anterior, en este caso los impulsos eléctricos se ponen sobre varias partes del cuerpo al mismo tiempo con el objetivo de minimizar el dolor de forma integral. Este tipo de electroestimulador se usa generalmente en consultorios de fisioterapia, bajo la supervisión de este profesional que es quien regula la intensidad de acuerdo con lo que requiera el paciente.
¿Cómo se hace una terapia de rehabilitación con electroestimulación?
En principio, el fisioterapeuta te hará una evaluación general que permita determinar cuáles son las áreas de dolor y cuál es la intensidad de este. Tomando esto como base, el especialista sabrá en qué parte colocar los electrodos, lo cual será el siguiente paso.
Entonces, se colocará en los puntos detectados los electrodos que se conectan con el aparato electroestimulador. Cuando este comience a trabajar, en las zonas donde están los electrodos se sentirá una especie de hormigueo o corriente.
Es posible que sientas incomodidad mientras la terapia esté en curso, pero no sentirás dolor. No obstante, en caso de presentarlo, debes comunicarlo de inmediato al fisioterapeuta para que baje la intensidad de los impulsos eléctricos o los suspenda.
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