Los restos mortales de Rafael Altamira (Alicante, 1866- México, 1951) y su esposa Pilar Redondo en el tanatorio de San Juan tras ser repatriados desde México. EFE/Morell
Felipe VI presidirá el próximo 10 febrero los actos conmemorativos por la inhumación de Rafael Altamira, varias veces propuesto al Nobel de la Paz, y de su esposa, Pilar Redondo, en el cementerio de El Campello (Alicante), tras ser repatriados sus restos desde México, donde el literato y humanista falleció en 1951.
Unos actos que tendrán lugar después de que el pasado mes de diciembre se recuperaran los restos de Altamira (Alicante, 1866-Ciudad de México, 1951), exiliado durante la dictadura franquista, del cementerio de Ciudad de México para ser repatriados a la El Campello, donde vivió hasta su adolescencia.
La noticia de que el rey presidirá el próximo lunes estos actos ha sido recibida "con inmensa alegría por parte de la familia y las administraciones implicadas en la repatriación de sus restos", según recoge la página web dedicada a Altamira "pues supondrá un importantísimo paso hacia el reconocimiento a nivel nacional de esta gran figura de nuestra historia, que tanto luchó por la justicia, por la educación, por la paz y por su patria".
Una circunstancia que permitirá "situar a Rafael Altamira en el lugar que merece, algo por lo que su familia y especialmente su nieta, Pilar Altamira, lucharon durante tantos años", añade.
Humanista, historiador, americanista, pedagogo, jurista, crítico literario y escritor, Rafael Altamira estaba muy vinculado, al igual que su familia, con El Campello, donde vivió parte de su infancia y juventud.
Rafael Altamira y Pilar Redondo fallecieron en 1951 y 1957, respectivamente, en la capital mexicana, en la que se exiliaron tras el estallido de la Guerra Civil española (1936-1939).
Ante de recalar en esa ciudad latinoamericana, el escritor permaneció cuatro años en Francia y después fue invitado por la Fundación Carnegie a dar clases en la Universidad de Columbia (Nueva York), aunque un inesperado accidente de rotura de la cadera lo obligó a instalarse en México, donde también estaban exiliadas sus dos hijas.
Doctor 'honoris causa' por las Universidades de Cambridge, de Columbia (Nueva York), de Burdeos (Francia), París, La, Plata (Argentina), de Santiago de Chile, San Marcos de Lima y la Universidad Nacional de México, entre otras, fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid, y propuesto para el Premio Nobel de la Paz en varias ocasiones, además de ser juez permanente del Tribunal de La Haya.
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