Eran sobre las trece horas de hoy cuando me llegó la noticia… Juan
Cotino ha muerto a causa del coronavirus… ¡Qué fácil es decir esta
frase, que resignada y que frecuente con lo que está pasando! ¡Sí señor,
ha muerto por el CORONAVIRUS! Y yo en mi ignorancia absoluta pienso,
¿y quién y donde se lo contagió? Lo dejo aquí. Cada uno que examine
su conciencia y descubra donde fue y donde pasó sus últimas horas de
vida pública Juan Cotino. Solo lo indico que lo hagamos como una
práctica de memoria, de esas que jugamos en estos días de confinamiento.
¿A que fue Juan Cotino a Madrid el 12 de marzo?
Noticia de su fallecimiento, clica aquí
Juan fue a Madrid el 12 de marzo, el 13 fue a la Basílica de la
Virgen de los Desamparados a dar gracias, y el martes 17 ya ingresó en
el Hospital, así hasta hoy… “-Juan te vamos a pasar a la U.C.I.” Su
última petición fue: “-que vinga el retor”, y le administró el
sacramento de la unción de enfermos.
Hoy segundo día de pascua, nos deja Don Juan. ¡Qué difícil es
escribir en este momento! Son tantas las llamadas, mensajes de amigos en
común, personas que han sentido esta muerte, que se me hace muy difícil
ordenar las ideas para expresar en pocas líneas el agradecimiento que
nace de mi corazón hacia un hombre que no solo estuvo a mi lado, sino
que estuvo al lado de Casinos.
Conocí a Juan hace muchos años, antes de ser yo Alcalde, compartimos
experiencias, cuando en 1995 tomé la decisión de presentarme a las
elecciones, el junto a Manolo Tarancón, siempre estuvieron a mi lado.
Hombres de trato afable, atentos y generosos. Desde Madrid, cuando
ocupó el cargo de Director General de la Policía, siempre fue mi
interlocutor válido ante Ministros y Ministerios para resolver aquella
reversión de las Escuelas que estaban cedidas al Estado Español desde
los años cuarenta. Era lo mismo llamarle sábados que domingos,
siempreatendió las demandas de Casinos.
¡Cuántos papeles de inmigrantes me ha resuelto en su etapa de
Delegado del Gobierno! “Juan mira esta carta que ha recibido esta
familia…” Juan… Juan y a veces me decía, “Ya está bien, ¡pareces la
hermana Teresa de Calcuta!” Siempre molestando, no para mí, para las
gentes de Casinos.
Juan, “que es Santa Bárbera”, ¿-a qué hora quieres que este? Vente
por la mañana… “Juan, ven que es san Vicente, y hacemos el Combregar” y
Juan a primera hora estaba en Casinos. De paso que venía, lo llevaba a
algún camino que estaba por asfaltar, “Juan este camí esta desfet…”
pásame una propuesta… “Juan que es la Fira del dolç… vindras?... que me
vas a donar…? “ ¡Sempre estas demanant!, pero Juan venía, y cumplía…
Era una relación tan familiar, que es imposible referir en estas
letras.
Juan Cotino, el amigo que antes fue persona que político. El hombre
que era sensible a las demandas positivas, el hombre que siempre estaba
al lado del teléfono cuando requerías su atención. No era de atender
tonterías, era de solucionar necesidades.
Hemos viajado juntos a diferentes lugares, hemos compartido momentos,
refiriéndome la liberación de Ortega Lara, o la muerte de Miguel Ángel
Blanco; hemos reído juntos en momentos de alegría, o en actos
protocolarios; vino a Casinos el día que nos visitó la Ministra Elena
Espinosa, para inaugurar las obras de modernización de regadíos de la
Comunidad de Usuarios del Camp del Turia-Casinos, el 10 de abril del año
2006… y nos ha visitado en tantas y tantas ocasiones, que ya lo
considerábamos como un amigo de Casinos, y para mi así lo fue y lo es.
Cuando ya no eres nada en la vida pública, situación que compartimos
los dos en este momento, queda el recuerdo de lo que hemos vivido. Pero
con Don Juan, hemos compartido momentos como el 4 de agosto en el
Palmar, y otras fiestas de pueblo, en las que hemos coincidido. Siempre
desde el prisma de la amistad y de las experiencias vividas.
Hoy es un día triste, día de llamadas, de dar la noticia, de
reacciones calladas, y de recordar momentos. He llamado a un convento de
clausura de Valencia, para comunicarles la muerte de Juan. La Madre
Abadesa, con tristeza me ha contado, que días antes de todo esto pasó
par allí y les dio un donativo para que hicieran misas. ¿Sabía Juan que
su final en este mundo estaba tan cerca como ha sido?
Lo supiera o no, Juan Cotino, se fue sin decir nada, en silencio, en
una cama de la UCI de un hospital, discretamente, envuelto por la
epidemia del COVID 19… Es el momento de pensar, de valorar, de actuar.
Nos vamos y lo dejamos todo, el mundo nos sepulta, hay ocasiones que
sospesamos aquello de que “fue maltratado, pero se sometió
humildemente…”
Juan, hoy es un día triste, seguramente para ti será glorioso. Yo
ahora te preguntaría: ¿Cómo es el cielo? ¿Ya estás en la Gloria, hoy
segundo día de Pascua? Todas las penalidades, desprecios, momentos de
dolor que has sufrido, hoy han llegado a su fin… Llegó el día de tus
alabanzas. No soy quien para persuadir a nadie, no soy quien para
convencer a nadie, solo soy ese amigo tuyo que siente tu ausencia, que
le duele tu muerte, y que sufre por no acompañarte en las honras
fúnebres que tu mereces tener.
Juan Cotino, amigo Juan, gracias por haberte conocido, gracias por lo
que me diste a cambio de nada, y gracias por los años que como Alcalde,
siempre estuviste al lado de Casinos.