El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante la rueda de prensa. EFE El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha señalado este viernes que calcula que "a principios de enero" empezarán las vacunaciones contra la covid-19, aunque no hay todavía una fecha concreta, y ha avanzado que en los dos primeros meses de 2021 estarán inmunizadas 2,5 millones de personas y entre mayo y junio "15 o 20 millones".
Illa ha indicado en rueda de prensa en San Sebastián que hoy se celebra una "reunión operativa" entre los coordinadores de cada comunidad autónoma en materia de vacunación y el equipo de Ministerio de Sanidad para "ajustar detalles".
El titular de Sanidad ha visitado este viernes, acompañado del delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, las instalaciones de la empresa Viralgen dedicada a la elaboración de vectores virales para terapias génicas que se prepara para el desarrollo de la vacuna que elabora el Massachusetts General Brigham Hospital, un centro de la Universidad de Harvard.
Respecto al anuncio de Pfizer de reducir a la mitad las previsiones de producción de su vacuna, Illa ha indicado que es una información que "no tiene contrastada", pero ha subrayado que esta farmacéutica tiene un contrato firmado con la UE y "existen unos compromisos".
El ministro ha señalado que las vacunas "no llegarán todas de golpe" sino progresivamente por parte de todas las compañías y ha garantizado que España "está preparada" para que, en cuanto lleguen las primeras dosis, se proceda a su aplicación.
La previsión es que entre mayo y junio "entre 15 y 20 millones" de personas estén ya vacunadas en España aunque esto dependerá de cuándo sean autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento y cuándo se realice la "entrega efectiva" de las dosis con los seis contratos firmados por la Unión Europea.
En todo caso, ha remarcado que la UE solo suministrará vacunas "seguras y eficaces" y que la Agencia del Medicamento Europea adoptará las decisiones "sin presiones", según los criterios de los expertos.
A las puertas del puente que comienza hoy, el ministro ha insistido en que "cuanta menor movilidad mejor" y ha remarcado que "en Navidad en casa" porque éste no es un año de desplazamientos, "sino de quedarse en casa", con el grupo de convivientes "si puede ser".
En este sentido, ha recordado que en otros países como Estados Unidos se ha registrado un incremento de casos tras celebraciones como el Día de Acción de Gracias, por lo que es "relevante" el acuerdo adoptado el pasado miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud, que ha resumido con la frase "en Navidad en casa".
Illa ha indicado que los datos han mejorado en España hasta los 240 casos de incidencia acumulada en 14 días pero "siguen siendo preocupantes".
Preguntado por concreciones sobre el término "allegado", ha señalado que las relaciones familiares hoy "no son las tradicionales" que se conocían. "Hay personas que han desarrollado vínculos afectivos que no están formalizados en una relación familiar clásica y eso es lo que se ha querido recoger", ha indicado el ministro, que se ha mostrado "seguro" de que la gente lo entiende y lo va a cumplir.
En cuanto a la decisión de la Comunidad de Madrid de cancelar la celebración de las campanadas de sede la Puerta del Sol, ha indicado que "van en la línea" del acuerdo del Consejo Interterritorial y ha afirmado que "estaba seguro de que sería así".
CIS: El 55% de los españoles prefiere esperar a conocer los efectos de la vacuna
Algo más de la mitad de los españoles, un 55,2 %, prefiere esperar a conocer los efectos de la vacuna contra la covid-19, frente al 32,5 % que sí se la administraría inmediatamente, cuatro puntos menos que en los primeros días de noviembre.
Así lo revela la encuesta "Efectos y consecuencias del coronavirus (II)" del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), elaborada entre el 23 y el 26 de noviembre con entrevistas a 2.131 personas, que señala que solo el 8,4 % de los encuestados no quiere vacunarse en caso alguno.
La mayoría, el 82,9 %, asegura haberse informado sobre los avances de este fármaco, que se inyectarían de forma inmediata el 32,5 %, cuando en el barómetro del CIS de septiembre era el 44,4 %; en el de octubre, el 40,2 %; y en el de noviembre -realizado entre los días 3 y 12-, el 36,8 %.
Sí se vacunaría casi el 38 % si se lo recomienda su médico o por miedo a contagiar a algún familiar cercano, mientras que el 16,7 % mantiene su negativa rotunda aun en estos casos.
De los que prefieren conocer antes sus efectos, seis de cada diez sí se suministraría la vacuna inmediatamente por consejo médico o por temor a infectar a sus allegados, pero el 26,2 % seguiría sin hacerlo.
Nueve de cada diez dicen sentirse mucho o bastante preocupados por la crisis sanitaria; en el 44,4 % de los casos se han visto bastante afectados sus familiares directos; y en un 11,7 % muy afectados, mientras que casi el 39 %, poco o nada.
A casi la mitad les ha influido en sus relaciones y formas de vivir, en aspectos emocionales (40,8 %), laborales (40,5 %), económicos (38,5 %) y de salud (31,1 %).
Siete de cada diez (73,8 %) se sienten más intranquilos, un 64,1 % más agobiados y un 62,3 % más ansiosos, aunque también más desilusionados (58,3 %), temerosos (49,2 %) y asustados (49 %).
Casi ocho personas de cada diez, el 78,4 %, quieren que se endurezcan las sanciones o multas si no se siguen las normas de protección, y el 16 % confía en que las personas cumplan voluntariamente con las medidas dictadas, como el distanciamiento social o el uso de mascarillas.
Un 80,3 % estima que después de la desescalada inicial muchas personas empezaron a saltarse las normas y solo un 36,6 % cree que cuando termine la pandemia las cosas volverán a ser más o menos como antes, frente a un 55,6 % que no lo considera así.
Respecto al estado de alarma aprobado el pasado mes de octubre por el Congreso, el 38,2 % de los encuestados está bastante de acuerdo con la medida y un 19 % muy de acuerdo, mientras que nada de acuerdo se manifiesta el 18,3 % y poco de acuerdo el 16,9 %.
El CIS pregunta por si se debería dictar el confinamiento domiciliario, lo que es rechazado por el 63,1 % y respaldado por el 27 %.
El 62,4 % opina que son los jóvenes los más indisciplinados y el 91,2 % está muy o bastante preocupado por las personas mayores.
Según el CIS, el 50,5 % está bastante preocupado y el 35,5% esta muy preocupado por la situación en las residencias de mayores que, antes de la pandemia, solo inquietaba al 27,5 %.
Aunque el 80,8 % de los preguntados no tiene a ningún familiar o persona cercana en esos centros, el 20,7 % teme que se contagien con los brotes de la covid; al 16,3 % les preocupa su aislamiento y soledad; al 11,5 %, la falta de coordinación de las residencias con los centros de atención primaria y los hospitales; y al 10,7 % la falta de personal.
A pesar de esa preocupación, solo el 5,1 % ha sacado, o conoce a alguien que lo ha hecho, a un familiar de una residencia de mayores.
En cuanto a si deben ser intervenidos estos centros, el 28,1 % cree que lo deben hacer las comunidades autónomas; el 26,4 % el Estado; y el 11,1 % los ayuntamientos, frente a un 13,1 % que pide la intervención de cualquier nivel de gobierno.
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