La Guardia Civil ha desmantelado una sofisticada plantación de marihuana, dotada con tecnología de última generación, oculta en una vivienda unifamiliar de Busot y cuyo consumo de energía era el equivalente al de cincuenta viviendas, en una operación en la que también ha detenido a una pareja.
La investigación comenzó en agosto de 2024 tras ser informado el instituto armado, gracias a la colaboración ciudadana, de ruidos constantes de aparatos eléctricos y movimientos sospechosos realizados por unos vecinos que vivían en un inmueble de tres plantas de unos 400 metros cuadrados.
Los agentes descubrieron que la vivienda estaba arrendada por una pareja que pagaba el alquiler en efectivo y mantenía el suministro eléctrico aún a nombre de la propietaria.
Fue el pasado día 1 cuando la Guardia Civil registró la casa, donde fueron arrestados los dos principales responsables, un hombre y una mujer, de 45 y 44 años, ambos de nacionalidad serbia, que residían ahí con su hijo menor de edad.
En el interior se hallaron 481 plantas adultas de marihuana en fase final de floración, distribuidas por todas las estancias de la vivienda, incluidas zonas habilitadas con obras para ocultar la instalación: tabiques modificados, ventanas tapiadas, agujeros en forjados, sistemas eléctricos y de ventilación de alta capacidad, así como maquinaria específica para el tratamiento y empaquetado del producto.
El laboratorio clandestino contaba con tecnología de última generación, valorada en más de 18.000 euros, entre la que se incluían pantallas LED de bajo consumo, sistemas de ósmosis, filtros antiolor y fertilizantes químicos orientados a aumentar la concentración de principio activo de la marihuana.
Durante la inspección, técnicos de la empresa eléctrica localizaron un enganche fraudulento a la red soterrado, cuya peligrosidad podría haber provocado un incendio. También informaron a los agentes de que el fraude eléctrico superaba los 80.000 vatios, equivalente al consumo de unas cincuenta viviendas de similares características.
Los detenidos, a los que se les imputan los delitos de cultivo y elaboración de sustancias estupefacientes, tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a organización criminal, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de San Vicente del Raspeig (Alicante), que ha decretado su ingreso en prisión provisional.