Una "roca" de cocaína, en un momento de la operación, en una imagen difundida por la Policía Nacional. /EPDA La Policía Nacional ha desarticulado en Alicante una presunta organización criminal que se había convertido en la principal banda de tráfico de drogas del norte de la ciudad y que estaba compuesta por nueve personas que se dedicaban a la venta de sustancias estupefacientes, principalmente cocaína, marihuana y hachís.
Los considerados cabecillas de la organización habían sido detenidos en el año 2019 por un delito de tráfico de drogas, aunque lejos de abandonar la actividad, se habían reorganizado y reconstruido mediante esta organización, que se había convertido en el principal suministrador de sustancias estupefacientes en la zona norte de la ciudad de Alicante, ha explicado el cuerpo.
La organización operaba desde un domicilio convertido a su vez en "narco sala", que era atendido las 24 horas del día los siete días de la semana por una pareja y otra persona, y en el que se traficaba con cocaína, marihuana y hachís.
Los agentes descubrieron que el piso de enfrente era utilizado de almacén para guardar la marihuana y el hachís que posteriormente se suministraba a los compradores, así como que a cargo de dicho almacén se encontraba el hijo de la pareja, considerada cabecilla de la organización criminal.
Asimismo, los investigadores descubrieron que la cocaína era trasladada hasta el piso por una mujer de mediana edad y sin antecedentes con el fin pasar totalmente desapercibida y que incluso, en algunas ocasiones, era un hijo menor de ésta la que transportaba la sustancia desde su domicilio hasta el utilizado para la venta.
Esta droga le era suministrada por los encargados de la organización para que la ocultara en su vivienda, llegando en ocasiones a realizar tres viajes al día, según cómo fuera la venta en la vivienda suministradora.
Al lugar acudía un gran número de personas ajenas al barrio, que estacionaban sus vehículos para subir y bajar del inmueble en un espacio muy corto de tiempo y que regresaban poco después a sus coches para marcharse del lugar.
Una vez identificados todos los integrantes de la organización, se detuvo a los nueve integrantes del grupo y se llevaron a cabo cuatro registros domiciliarios en los que se intervino más de un kilo de cocaína, pequeñas cantidades de hachís y marihuana, y más de 25.000 euros en efectivo, guardados en caletas situadas detrás de los enchufes de la pared.
Los detenidos, seis hombres, uno de ellos menor de edad, y 3 mujeres, con edades comprendidas entre los 17 y los 50 años, fueron puestos a disposición judicial, decretando el Juzgado el ingreso en prisión de cinco de ellos por estos hechos.
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