El ex consejero delegado de la empresa pública Ciegsa Máximo Caturla a su llegada a la Ciudad de la Justicia de València. EFE/ Manuel Bruque/Archivo
El exgerente de Ciegsa que ha declarado este lunes en el caso Imelsa, en calidad de testigo, ha asegurado que el que fue consejero delegado de esta empresa pública Máximo Caturla dio la orden de contratar como directivos a varias personas que realmente no acudían a trabajar, no tenían despacho ni puesto asignado y alguno de los cuales cobraba la nómina en un sobre.
La Audiencia Provincial de Valencia ha celebrado este lunes la undécima sesión del juicio de una de las piezas del caso Imelsa, la relacionada con la contratación de trabajadores que no acudían a sus puestos de trabajo en las empresas públicas Imelsa y Ciegsa.
"A algunos de estos directivos no se les hacia transferencia, sino que se les llamaba para que acudiesen a recoger su nómina en un sobre en la sede de Ciegsa", ha apuntado el que fue gerente durante 2016 y 2017, que supo de estas prácticas por conversaciones con otros empleados de Ciegsa y que constató un total de 16 supuestos trabajadores 'zombi', cuatro de los cuales constan como procesados en esta causa.
Estos directivos contratados por orden de Caturla nunca tuvieron poderes notariales y sus firmas no se elevaron a escritura pública, como era habitual con los cargos de alta dirección, ha señalado este testigo.
"En la empresa no les conocía nadie, salvo por el tema de los requerimientos que se les hacía para que pasasen a cobrar sus nóminas", ha explicado.
Asimismo, ha relatado al tribunal que Ciegsa pagaba el alquiler, los suministros y la limpieza de un local en la calle Hernán Cortés "donde no se desarrollaba nada relacionado con la construcción de centros educativos, no sé qué actividad se desarrollaba, pero había consumos de luz, agua y limpieza".
Otro de los testigos, el que fue gerente de Ciegsa entre 2001 y 2004, ha explicado que "Caturla tenía autoridad en la empresa" pero que a partir de 2003, con Esteban González Pons como conseller, "Caturla tomó más el mando y empezó a cambiar a bastantes personas".
A partir de ese momento este gerente fue relegado del consejo de administración y su despacho fue trasladado a otro piso hasta su despido definitivo en 2004.
Por otra parte, también ha comparecido en calidad igualmente de testigo un directivo de Imelsa que ocupó las jefaturas de Recursos Humanos y del área jurídica y que ha explicado que "en aquel momento no fue consciente" de la posible ilegalidad en la que se incurría al contratar asesores para los consejeros de Imelsa.
"Imelsa tenía muchas actividades: brigadas, turismo, deportes, inversiones..., manejaba unos 20 millones anuales de presupuesto, celebraba siete consejos al año y pensaba que podía haber necesidad de que los consejeros tuviesen alguna persona que les ayudase. En ese momento no vi nada raro", ha explcado.
Además, ha insistido, había un interventor de la Diputación "que habría podido tomar alguna medida".
Pese a sus consideraciones, este testigo ha afirmado que la capacidad de contratar en Imelsa la tuvo el gerente directamente (Marcos Benavent) y que él desconoce cómo se hicieron formalmente, pues no dio de alta a ninguno.
En la sesión de este lunes estaba prevista la comparecencia, también en calidad de testigo, de Mariano López Sancho, suegro del exgerente de Imelsa y autodenominado 'yonki del dinero', Marcos Benavent, pero no ha podido acudir por no encontrarse bien de salud y ha hecho llegar al tribunal un certificado médico.
Su comparecencia se ha previsto inicialmente para el próximo 28 de febrero siempre que le sea posible acudir.
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