Ahora que dejamos atrás el 2020 y podemos declararlo oficialmente
como annus horribilis mundial, es el momento de hacer balance
de los distintos sectores de la economía, entre los cuales destaca
especialmente el sector bancario, que en el caso español lleva
renqueando desde la crisis del ladrillo, de hecho ya antes de que
comenzase la pandemia la banca española tenía el peor ratio de
capital de la Unión Europea, casi tres puntos porcentuales por
debajo de la media europea, algo
que no ha cambiado durante la presente crisis según se desprende
de los datos de la Autoridad Bancaria Europea. Teniendo esto
presente, así se encuentran los tres bancos españoles principales.
Caixabank
El tercer banco español -y el más importante con su sede social
en la Comunidad Valenciana- cotiza en estos momentos a 2,34
euros la acción, muy lejos de sus mejores precios, pero habiendo
recuperado parte de la cotización perdida por el coronavirus.
En la parte positiva del balance anual Caixabank tiene en su haber
el logro de liderar la banca digital, un apartado que cada vez está
copando una parte mayor de la actividad bancaria, y que en vista de
la reconversión que está experimentando el sector bancario, con la
fusiones, el cierre de sucursales y las reducciones de plantillas a
marchas forzadas, no va a dejar de crecer en el futuro. Concretamente
la entidad comunicó haber alcanzado una cuota del 32,8 por ciento en
banca digital durante el último trimestre del año.
BBVA
Con el título más valioso del top 3 de los bancos españoles -en
estos momentos vale 4,27 euros a pesar de haber llegado a valer 2,31
euros a mediados de septiembre del pasado año- empieza el año con
nuevos requisitos que deberán cumplir sus clientes para estar
exentos de pagar comisiones, como por ejemplo tener domiciliados unos
ingresos de 800 euros para los mayores de 29 años -antes los
ingresos debían ser de 600 euros- o hacer un uso más intensivo de
su tarjeta de crédito, ya que las compras con tarjeta de débito han
dejado de computar a la hora de evitar pagar comisiones, algo que por
otra parte es general en la banca española, y deberán cumplirse
condiciones similares para no pagar en Caixabank, Banco Santander…
También va a empezar a permitir la compraventa de criptomonedas a
través de una filial, que en un principio solo se centrará en la
compraventa y custodia de bitcoins, pero más adelante la oferta se
ampliará a más monedas del criptoecosistema.
Banco Santander
Con una cotización por acción de 2,76 euros en estos momentos,
el buque insignia de la banca española abrió el año exponiendo su
intención de continuar por el camino de las fusiones, pero no en la
propia España, sino fuera, aumentando de esta forma su proyección
en el plano internacional.
El dilema del inversor
Mientras termina de dibujarse desde Frankfurt -capital financiera
de la Unión- el mapa bancario español, el inversor que quiera tomar
posiciones usando títulos bancarios deberá elegir cuál es la forma
más conveniente de hacerlo.
Por un lado desde la plataforma del bróker online Plus500
se puede utilizar la variación en el precio de las acciones para
intentar tener siempre el viento a favor, ya que no es necesario
comprar la acción, aunque el apalancamiento y la volatilidad
representan un riesgo nada desdeñable de pérdidas rápidas, que
pueden ser elevadas, para el capital.
Por otro lado se puede comprar desde las propias apps del banco
acciones del mismo, o sino hacerlo mediante un corredor de bolsa más
clásico, a la espera de que cuando el polvo se asiente la cotización
de las acciones se asemeje a los valores previos al 2008.
Antes de realizar cualquier movimiento el inversor debe tener en
cuenta que el BCE -Banco Central Europeo- dice que en España hay
sitio para cuatro grandes bancos, y que como vimos en casos como la
absorción del Banco Popular por parte del Banco Santander al
insólito precio de un euro, los accionistas pueden salir muy mal
parados si la exposición en su cartera de inversiones a un banco
quebrado era demasiado elevada.
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