Una trabajadora del servicio de limpieza desinfecta las sillas y los pupitres de una clase de infantil del colegio CEIP 103 de Valencia. EFE Un estudio clínico epidemiológico observacional puesto en marcha por la Unidad Mixta Universitat de Valencia (UV)-La Fe de Hepatología Experimental analizará en las próximas semanas el grado de exposición al virus SARS-CoV-2 de menores asintomáticos, para abordar el regreso presencial a las aulas el próximo curso.
Los menores, de entre 3 y 14 años, participarán voluntariamente en un estudio de cohortes estratificado por edades que inician la escolarización obligatoria (3-4 años, 5-6 y 11-12), con el objetivo de conocer y abordar con base científica la vuelta a los centros escolares, ha informado la UV.
La investigación ha sido promovida por el doctor José V. Castell, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universitat de València y director de la Unidad Mixta, y aprobada por el Comité Ético de Investigación Biomédica del Hospital La Fe.
El estudio cuenta con la colaboración del Equipo de Pediatría y enfermería del Centro de Salud Campanar de Valencia, Departamento la Fe, para el reclutamiento de sujetos y recogida de datos y muestras biológicas, en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe (IIS La Fe), que cuenta con autorización del Instituto de Salud Carlos III para llevar a cabo estudios de detección de la COVID-19, y la empresa de biotecnología Biotech BIONOS, para las determinaciones analíticas.
Se aprovecharán las visitas previstas para las revisiones de los niños dentro del Programa del Niño Sano, que se lleva a cabo para la emisión del certificado escolar al inicio de cada etapa educativa y la vacunación sistemática.
La participación en el estudio es voluntaria y requiere el consentimiento informado de las familias. También pueden participar los hermanos convivientes de los sujetos que toman parte.
En el estudio se abordan dos circunstancias singulares: la de niños que pudieron verse expuestos al coronavirus en las etapas previas al confinamiento, algunos de ellos con síntomas compatibles con un proceso viral y/o gripal, pero que no fueron correctamente identificados los patógenos causantes del proceso, y la de menores que han convivido durante el confinamiento, en su entorno familiar, con padres/convivientes positivos, no han desarrollado clínica de la enfermedad y se desconoce cuál es su situación frente a la COVID-19.
El catedrático José V.Castell ha manifestado que se quiere conocer cuál ha sido el grado de exposición, inadvertida o no, a la COVID por la población infantil, su eventual respuesta frente al virus, si existen portadores asintomáticos y si la población infantil constituye realmente un reservorio del virus.
El proyecto ha despertado interés en el equipo de pediatría y enfermería del centro de salud Campanar, que se convertirá en el primero en llevar a cabo un estudio de esta naturaleza, según las fuentes.
Para Castell, el confinamiento estricto ha sido la estrategia preventiva que, por el momento, se ha mostrado más eficaz, pero poco a poco comienzan a relajarse las medidas y se abre un escenario complejo, con "muchas incertidumbres", especialmente en los niños de cara a la progresiva vuelta al colegio en septiembre.
La investigación consiste en una recogida sistemática de datos mediante la cumplimentación de un cuestionario epidemiológico por internet y la toma de dos tipos de muestras biológicas en los niños (orofaríngea y de sangre), con las que se examinará una eventual presencia asintomática de virus en la nasofaringe, y la existencia de una respuesta inmunitaria contra el virus.
En el caso de que algún indicador resultase positivo, se estudiará el entorno familiar y las personas con que hubiera podido tener contacto el menor durante el confinamiento (padres, hermanos y cuidadores habituales).
En el caso de detectar anticuerpos contra el virus, se hará un seguimiento en los tres a seis meses posteriores para conocer la persistencia del nivel de anticuerpos en sangre.
Todo ello contribuirá a diseñar unas medidas más personalizadas de prevención y de seguimiento de cara a la actividad lectiva presencial en los meses venideros.
El material biológico sobrante del estudio será conservado en el Biobanco del IIS-La Fe para futuros estudios.
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