Un trabajador de la empresa Grupo Sanz elabora una mochila para luchar contra el coronavirus. EFE/Manuel Bruque Son especialistas en luchar contra los virus del campo y ahora, ante el
cierre de los comercios agrícolas, han suplido las máquinas
pulverizadoras que fabrican por otras más eficaces para acabar con otro
virus, el SARS-CoV-2, y de las que ya han servido más de 2.500 a la
Generalitat y a la UME para la desinfección de espacios públicos.
Con
un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afecta a la
mitad de la plantilla, los trabajadores de la empresa valenciana Grupo
Sanz se dedican a producir mochilas eléctricas con batería de litio,
presión constante, mismo tamaño de gota y efecto de nebulización, más
eficiente y eficaz para usarlo con productos desinfectantes,
bactericidas o aplicaciones con ozono.
La línea dedicada a la
pulverización agrícola ha encontrado un camino distinto al de su destino
inicial: librar la batalla contra el coronavirus desde la desinfección,
una tarea que ahora ocupa el 70 % de la producción de la parte agrícola
de esta empresa familiar, ubicada en Llíria (Valencia), que también
cuenta con una rama industrial de fabricación de moldes de inyección y
otra de plásticos de inyección.
Los agricultores están trabajando
pero los comercios de suministros agrícolas están cerrados y esta
paralización ha provocado un descenso del canal tradicional de venta de
Grupo Sanz que, por el contrario, ha visto crecer las ventas por
internet.
De vender entre 8.000 y 10.000 euros mensuales ha
pasado a 45.000 euros en lo que llevamos de abril, si bien este
crecimiento no compensa las pérdidas del canal tradicional, según ha
explicado a EFE el director de Marketing de la empresa, Alfonso Sanz.
La
pandemia ha abierto un nicho de mercado a esta compañía que lleva más
de treinta años en el mundo agrícola y que en 2019 facturó 12 millones
de euros: en el control de plagas, la desinfección y la limpieza, tanto
para interior de oficinas, farmacias o viviendas, como en vehículos o
zonas exteriores comunes.
Las nuevas mochilas de espalda, más
pequeñas, se están vendiendo a fabricantes de productos desinfectantes o
bactericidas, y empresas de control de plagas, y ya han comercializado
unas 5.000, además de otras 2.500 que han facilitado a la Generalitat y a
la UME entre marzo y abril.
La fabricación de estas máquinas
representa el 70 % de la producción actual -el 30 % se sigue destinando a
máquinas agrícolas-, y en la empresa trabaja el 50 % de la plantilla,
unos 40 trabajadores de los 80 con que cuenta.
Grupo Sanz exporta
el 60 % de su producción habitual, y ya está recibiendo peticiones de
importadoras y distribuidoras de Centroamérica y Sudamérica y el norte
de África con las que trabaja para la compra de las mochilas de
desinfección.
"Ya tenemos pedidos de Argelia, Marruecos, Egipto, Bolivia, Ecuador y México", ha asegurado Alfonso Sanz.
En
el entorno local, Grupo Sanz ha realizado donaciones de máquinas y
gafas de protección a los Ayuntamientos de Llíria, L'Eliana y Benaguasil
y al hospital de Llíria.
La colaboración de Grupo Sanz en la
lucha contra el coronavirus se adentra también en el ámbito científico
mediante una serie de vídeos que ha elaborado junto con Pilar Mateo,
investigadora y doctora en Química, que ha dedicado su vida profesional a
combatir enfermedades endémicas como el mal de Chagas o de Dengue.
"Hemos
unido nuestro conocimiento en máquinas pulverizadoras y su conocimiento
en pandemias", y como resultado han elaborado una serie de seis vídeos
que distribuyen a través de medios propios (correo electrónico, redes
sociales) todos los lunes desde la tercera semana de abril hasta el 18
de mayo.
En ellos explican recomendaciones para la desinfección y
la limpieza en el día a día en el interior de la casa, en el puesto de
trabajo, cuando vuelves de la compra o con los equipos de protección.
"Es nuestra aportación a la situación", resume Alfonso Sanz.
En
el primero de los vídeos tratan de la desinfección en interiores de la
casa, donde recomiendan limpiar con una mezcla de agua y lejía domestica
(1 litro de agua/100 ml lejía), empapar dos recipientes con goma espuma
en la entrada de la casa y humedecer el calzado y cambiarlo antes de
entrar, desinfectarse las manos, liberar y ventilar espacios cada día,
desinfectar el mobiliario y suelos, y especialmente puertas, manijas y
teléfonos.
Para desinfectar la casa es recomendable usar siempre elementos desechables evitando así dejar residuos.
El
segundo vídeo habla sobre la desinfección en exteriores y coche; aquí
aconsejan desinfectar ruedas e interior, aplicar gel hidroalcohólico con
un paño y limpiar las zonas de mayor uso.
Para la desinfección
de espacios con animales domésticos, indican limpiar con toallitas
desinfectantes las patas del animal aunque hoy en día no hay evidencia
científica de que los animales domésticos sean transmisores del virus,
pero sí que podrían ser portadores las patas y el pelaje.
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