Cristina Plumed. / EPDA Son muchas las empresas que visito y las/os directivas/os y empresarias/os con quienes hablo y, en todas las visitas y conversaciones surge el problema, o más bien la cuestión a resolver, de la falta de perfiles, en general, y especializados, en particular, para cubrir los puestos de trabajo vacantes de muchas empresas de nuestro entorno.
En el Camp de Morvedre el desempleo registrado es de unas 7.000 personas y, sin embargo, hay puestos vacantes en empresas que no se llegan a ocupar o no se ocupan con empresas de nuestra comarca. La oferta y la demanda de empleo no cuadra y esto es porque el sistema falla.
Y, ¿quién es el responsable de que funcione? La empresa, la administración, el instituto, e incluso la sociedad.
Me explico: La empresa porque quizá no transmite sus necesidades de perfiles por los cauces oportunos y porque más allá de las practicas convencionales, la Formación Profesional Dual cuesta de implantar, pues requiere invertir tiempo y dinero en formación y a veces las necesidades no se prevén con la antelación suficiente. La administración porque no tiene la flexibilidad para adaptarse de forma rápida al entorno y poder habilitar más ciclos formativos o formación reglada según las necesidades reales, además de que necesitan trabajar más la escucha de necesidades del mercado de trabajo.
Los institutos son claves para la orientación. Las decisiones en formación universitaria y de Formación Profesional se toman a una edad muy temprana y se necesitan orientadores expertos, en plural, varios por instituto, con datos actuales del mercado y esto no ocurre. Además deben tener un contacto estrecho con las empresas, e incluso que haya representantes de empresas que puedan dar charlas a los estudiantes.
Y la sociedad en general, porque muchas veces en el seno de la familia se aconseja, con la mejor voluntad, lo que se cree lo mejor para la formación de los hijos, pero se desconoce la realidad de las profesiones actuales y futuras. También en los entornos cercanos a los estudiantes se trata de influenciar o aconsejar sin tener conocimiento sobre las demandas de empleo.
Aunque este es un problema nacional y autonómico, también nosotros tenemos la palanca de lo local y es nuestro trabajo intentar cambiarlo, dentro de las limitaciones existentes.
He querido dedicar unas líneas a explicar algo que muchos sabemos, que nos preocupa y ocupa, pero que no tiene una fácil solución y que creo que hay que repetir mucho para que, estés en el grupo que estés de los que he nombrado, participes en la solución.
Es clave la formación constante, el reciclaje y pedir siempre orientación para saber en qué formarse y quién nos puede ayudar a hacerlo.
El objetivo, sin duda, es bajar ese número de desempleo y tener buenos profesionales en nuestro territorio, que tengan la oportunidad de trabajar en empresas de nuestro entorno, si así lo desean.
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