Algunos peregrinos desafiando a la lluvia para asistir a la bendición. EFELa lluvia ha obligado a suspender la anunciada bendición de la reliquia de la Santa Faz a la ciudad de Alicante desde el castillo de Santa Bárbara y ha deslucido aún más esta arraigada festividad que, por segundo año, consecutivo ha cancelado la multitudinaria romería por la pandemia sanitaria de la covid-19.
Desde hace 542 años (el 17 de marzo de 1489), la peregrinación solo había sido cancelada en dos ocasiones: la Guerra Civil Española y durante el presente episodio de epidemia sanitaria de la covid-19.
Las celebraciones se han centrado en una misa a puerta cerrada en el caserío de Santa Faz presidida por el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, y a la que han asistido el alcalde alicantino, Luis Barcala, y el presidente de la Diputación Provincial, Carlos Mazón, entre otras autoridades civiles y eclesiásticas.
La reliquia ha salido del camarín y ha bendecido a los alicantinos desde el pórtico del monasterio para evitar a la lluvia tras la misa, celebrada ante las religiosas de clausura de la congregación de las Monjas de la Sangre.
La bendición desde lo alto del castillo de Santa Bárbara se ha pospuesto a los próximos días, seguramente al sábado o domingo, siempre en función de la disponibilidad del obispo y también del parte meteorológico, según el alcalde.
Barcala ha destacado que la jornada se ha vivido con ausencia de incidencias y ha comentado que ha habido algunos alicantinos que han caminado hasta el caserío aunque siempre "en un número muy reducido y cumpliendo las medidas" higiénicas y sanitarias de distanciamiento social por el coronavirus.
Por su parte, el presidente de la Diputación ha expresado su devoción por la Santa Faz y ha manifestado su tristeza por la cancelación para evitar contagios pero a la vez ha destacado su "orgullo" al observar el cumplimiento "unánime" de los alicantinos a la petición del alcalde de evitar los actos de este año, en espera de 2022.
Lejos de las habituales imágenes desde primera hora de más de 200.000 personas en peregrinación al monasterio, por segundo año seguido las calles han estado vacías con un ambiente desangelado, acentuado por las bajas temperaturas de hoy para un mes de abril y la lluvia.
La romería de la Santa Faz conmemora el llamado 'milagro de la lágrima', en 1489, cuando los alicantinos sacaron en rogativa la reliquia en la que se custodia uno de los fragmentos del paño con el que, según la tradición, la Verónica enjugó el rostro de Jesús en su camino al monte Calvario y se puso fin al episodio de sequía que afectaba a los cultivos de la huerta de la ciudad.
Desde hace más de cinco siglos, decenas de miles de devotos repiten cada año esa rogativa en el segundo jueves posterior a la Semana Santa para recorrer los ocho kilómetros que separan la alicantina concatedral de San Nicolás de Bari del monasterio de la Santa Faz, situado en la pedanía del mismo nombre.
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