El rey ha afirmado que el homenaje de este lunes en el cementerio de El Campello al humanista y jurista fallecido en 1951 en el exilio de México Rafael Altamira supone "un acto de justicia histórica y reparación de concordia y reconciliación".
Así lo ha escrito de su puño y letra Felipe VI en el libro de honor del ayuntamiento de El Campello al término del acto solemne de inhumación de los restos mortales de Rafael Altamira y de su esposa, Pilar Redondo, que fueron exhumados el pasado 7 de diciembre del Panteón Español del cementerio de Ciudad de México para atender el deseo expreso del que fuera uno de los diez jueces del precedente del actual Tribunal Internacional de La Haya y propuesto dos veces al Nobel de la Paz de descansar finalmente en esta localidad alicantina.
Tras reflejar que este 10 de febrero es "un día de gran relevancia" para la Alicante, la Comunitat Valenciana y España, el rey ha escrito que "ha sido un honor y realmente emotivo acompañar la final inhumación de Don Rafael Altamira Crevea, cuyos restos, junto a los de su esposa Piar, se encontraban en México desde 1951 cuando falleció en el exilio".
"Hoy homenajeamos a una gran e ilustre figura intelectual en un acto de justicia histórica y reparación de concordia y reconciliación", ha continuado el rey, quien ha indicado que "finalmente don Rafael y doña Pilar reposan donde él siempre quiso, en El Campello". "Gracias y enhorabuena a todos los que lo han hecho posible y sigamos honrando su memoria y su obra, tan necesaria para todos en España", ha concluido
De esta manera, Felipe VI ha rendido tributo al humanista, pedagogo, jurista y escritor fallecido en 1951 en un acto íntimo con la familia en un sencillo panteón en el que se han colocado dos coronas de laurel debajo de una foto de Rafael Altamira (Alicante, 1866-Ciudad de México, 1951).
El monarca, que ha escuchado vivas al rey por parte de decenas de vecinos que han acudido a las puertas del camposanto, Felipe VI ha sido recibido por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé; el presidente de la Diputación Provincial, Toni Pérez; y el alcalde anfitrión, Juanjo Berenguer, así como el expresidente valenciano Ximo Puig y el subdelegado del Ejecutivo, Juan Antonio Nieves, entre otras personalidades.
Antes de dirigirse al panteón, ha habido un solemne acto con 450 invitados donde han intervenido una nieta, un biznieto, el alcalde y el presidente de la Diputación, además de escucharse varias piezas musicales del cuarteto de solistas de ADDA Simfònica.
El intelectual español más completo de su tiempo, para la BBC
Todos han destacado de Rafael Altamira, a quien la BBC definió al dar la noticia de su muerte como "el intelectual español más completo de su tiempo", sus muchos méritos como humanista en el más amplio sentido de la palabra, entre ellos que en 1921 fue uno de los diez jueces nombrados para el precedente del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya y que fue dos veces propuesto para el Premio Nobel de la Paz, en 1933 y 1951.
Emocionada, su nieta Mari Luz Altamira ha afirmado que "hoy, 74 años después de su fallecimiento, la patria que un día le condenó al exilio le abre los brazos con respeto y dignidad en un acto de justicia histórica que refleja la reconciliación de un país con sus hijos más ilustres".
Ha recordado que, de pequeña, le conoció cuando su abuelo ya vivía en Bayona (Francia) durante el exilio, y con cariño ha comentado que le llamaba la atención "su majestuosa barba, símbolo de su sabiduría", y que él le decía que se la quitaba por la noche y se la pegaba en la cara de nuevo por el día, lo que para ella es símbolo de un hombre que mantuvo sus principios e ideas a pesar de las adversidades.
El biznieto Ignacio Ramos Altamira ha agradecido los esfuerzos por la repatriación de los restos de su bisabuelo, quien "antepuso el interés de los españoles a su propia ideología" y, dirigiéndose a Felipe VI, ha recordado que Rafael Altamira era "un liberal de raigambre republicana al que su abuelo, Alfonso XIII, escuchó para la recuperación del vínculo con el pueblo iberoamericano".
Arranque del "Año Altamira"
El alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer, ha destacado la "difícil vida" de Altamira y de su esposa por el exilio, y ha señalado que su espíritu "nunca se quebrantó" y allá donde se vio obligado a vivir, a un lado y otro del Atlántico, "siguió promoviendo los valores de la justicia y la libertad" dejando un legado "que ha trascendido fronteras y generaciones".
"Hoy acogemos su vuelta al hogar como merece", se ha felicitado el alcalde, tras un largo proceso de trámites burocráticos para la exhumación, el pasado 7 de diciembre, y el trasladado desde el Panteón Español en el cementerio de Ciudad de México hasta España.
Berenguer ha anunciado que quiere utilizar este acto como "arranque" de un proyecto de futuro "ambicioso para poner en valor a todos los niveles la figura y obra de Rafael Altamira", y ha aprovechado la presencia de los responsables de todas las administraciones para pedir su colaboración en lo que ha bautizado como "Año Altamira".
El alcalde también ha agradecido a Felipe VI que, tras el acto por Rafael Altamira, acuda al ayuntamiento para una visita oficial.
Por su parte, el presidente de la Diputación, Toni Pérez, se ha felicitado de que, 90 años después, "este ilustre alicantino, que es una de las figuras más notables de la tierra," haya "vuelto a sus orígenes y a su tierra", y se ha comprometido a contribuir a la divulgación de su obra y de "ahondar en el patrimonio" que legó tanto a la historia de España como al Derecho internacional.