Eduardo del Pozo. /EPDA La corrupción hizo que en la Comunidad Valenciana el PP perdiera el poder. Eso llevó al PSPV, Compromís y Podemos, con el sobrenombre del Botànic, al poder, se repartieron Consellerías y crearon una administración pública amplia para los tres con más de 250 cargos nombrados a dedo, con un coste de más de 13 millones de euros al año.
Sus políticas, afianzarse en el poder, hacer piña y cargos para todos, "repartirse el pastel". La financiación autonómica sigue igual, los valencianos, infrafinanciados, nuestros niños siguen estudiando en barracones, nuestros sanitarios, maltratados y no han construido ni un hospital ni un centro de mayores. Eso sí, han sabido subir el endeudamiento de la Comunidad Valenciana en casi un 30%, sube año tras año hasta los 53.820 millones de euros a finales del 2021. La segunda deuda más alta de España.
De las luchas intestinas del Botànic, nada trasciende, hay cargos para todos y cierran filas, lo que importa es el poder y seguir vendiendo humo. Pero de la noche a la mañana el vicepresidente Dalmau, de Podemos, desapareció de la escena política. Manolo Mata, síndico del PSPV, dimitió, incluso como diputado, para defender a un empresario investigado en la trama Azud, aunque también están siendo investigados cargos del PSOE y PP. Veremos qué pasa cuando entre en ebullición, puede que muchos valencianos sientan vergüenza de lo que votan. Y no nos olvidemos del hermano del señor Ximo Puig, quien conoce bien las administraciones y sus subvenciones, quien también está investigado por las ayudas que concede la Generalitat.
Podemos sigue cambiando el mundo, pero sobre todo para ellos, de rescatar a personas han pasado a rescatarse a ellos mismos. Compromís, potenciando todo lo catalo-valenciano-balear, subvencionando toda clase de actos en plazas y pueblos que sirvan para diferenciar a la parte del todo. El PSPV, con su Estado Federal y sus Españas, tragando como un "pozo sin fondo" todas las pésimas políticas realizadas por sus socios. Se han dividido la tarta y en su parte no se mete nadie. Tenemos tres gobiernos en uno.
Ahora les ha salido un grano y además con pus. Una menor tutelada denuncia a un monitor del centro por abusos sexuales y resulta ser el marido de Mónica Oltra. La psicóloga de la Conselleria hace lo que puede en su informe, la directora del centro, la directora general, todas saben y dependen de la consellera Oltra, qué escándalo, parece ser que intentan tergiversar, retrasar el proceso y consiguen en un principio salvar a su exmarido, aunque la lucha de la menor en denunciar la situación hace que gane a toda la Conselleria de la señora Oltra. Hoy en día, hay 13 investigados de la Conselleria y la ya ex vicepresidenta es investigada y después de una resistencia numantina, dimite.
El Botànic nos lleva a un callejón sin salida, su tela de araña tejida en 8 años llega a cualquier rincón de la Comunidad. Algunos partidos del arco parlamentario valenciano están crecidos, ¡ojo! con el error de cálculo. Mayo está en la lontananza, no subestimemos su raigambre municipal. También algunos quizás sumen más de lo esperado y resten a los crecidos más de lo que piensan. Los valencianos no podemos asumir el riesgo de 4 años más del Botànic, sería imperdonable e irreversible.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia