Acto de entrega del socarrat. / EPDA La directora
comercial y de desarrollo de negocio de la Autoridad Portuaria de Valencia, Mar
Chao y el capitán del MSC Sixin, Anil Kumar Menon, han realizado el habitual intercambio
de metopa y el tradicional “Socarrat” que Valenciaport entrega a los buques que
atracan por primera vez en sus instalaciones.
El capitán
del MSC Sixin se ha mostrado interesado por las tradicionales baldosas
valencianas de barro cocido, decorada con elementos marineros, que Valenciaport
adoptó hace unos años en sustitución de la “metopa de plástico” o de metal que
capitanes y puertos intercambian en recuerdo de la primera visita que los
buques realizan a unas instalaciones portuarias. El capitán ha agradecido el
original “Socarrat” que formará parte del buque que realiza la ruta Jade entre
Asia y Europa.
ElMSC
Sixin,es el buque más grande que ha operado en el Puerto de València con
400 metros de eslora y 61 de manga, y una capacidad para 23.756 contenedores,
lo que deja a este buque a 200 unidades por debajo del más grande del mundo. El
buque fue botado el año 2019 e incorpora las últimas tecnologías utilizadas
actualmente en el transporte marítimo. Así, permite la conexión telemática de
los denominados "contenedores inteligentes", tiene más de 2.000
conexiones para contenedores refrigerados y ha sido diseñado siguiendo
estrictos criterios medioambientales, permitiendo una importante reducción de
CO2 por cada contenedor transportado con respecto a la media de los barcos
portacontenedores que están operando actualmente.
Historia
de la metopa y el “socarrat”
La metopa toma
su nombre de los elementos decorativos utilizados en las fachadas de los
templos griegos para recordar grandes momentos de la historia. Y de ahí su
traslación al mundo marino; para recordar momentos relevantes en la historia de
los barcos y de los puertos. Tradicionalmente, las “metopas” suelen ser de
metal, plástico o vidrios nobles como plata, bronce, latón o metacrilatos. La
singularidad del puerto de Valencia respecto a lo que sucede en otros enclaves
es que desde, Valenciaport ya no regala estos recordatorios de primeras escalas
en formatos de plástico o de metal, sino que lo ha sustituido por el
tradicional “socarrat valencià”.
Y del mismo
modo que la “metopa” para los griegos, el “socarrat” ha sido históricamente
para los valencianos una pieza o baldosín de barro cocido utilizado en época
medieval en las viviendas, fachadas y tejados para decorar y recordar figuras,
fiestas, oficios y tradiciones. Los “socarrats” se colocaban cubriendo las
entrevigas en los techos, lo que significaba un coste muy inferior al de los
artesonados de madera. Se fabricaban principalmente en dos formatos: uno de
menor dimensión, con 30 x 15 x 3 cm y otro más grande, de 40 x 30 x 3 cm
(medidas aproximadas). El primer formato podía ser aplicado en las
construcciones de dos maneras: decorando aleros, con dos tercios de su
superficie apoyados sobre los muros, sobrando un tercio visible, o bien
formando parte de un alero hecho con vigas salientes, colocados entre ellas a
modo de decoración arquitectónica. Estos “socarrats” de menor tamaño también se
utilizaron componiendo frisos en terrazas, escaleras u otros lugares.
Por su parte, el formato más grande se destinaba al entrevigado de techos
interiores. Además de su función decorativa, estas piezas tenían un valor
arquitectónico estructural al servir de soporte a pavimentos de pisos o entramados
de tejados. Para estos usos se fabricaba también un formato aún más pequeño (de
15 x 30 x 3 cm).
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