Jaime Navarro Anda en los últimos días excitadisimo el exclusivo
mundillo de la aristocracia y de la nobleza. Ya os podéis imaginar,
ellos siempre debatiendo acalodaramente de estas sus cosas tan vips, tan
particulares: ¿Qué será mejor un Marqués o un Conde...? ¿un Ducado o
una encomienda...?¿El marqués de Ribadello pinta más que el conde de
Villena...? Clásicas discusiones que por cierto muchas veces acaban en
eternos y aburridisimos pleitos en los Tribunales.
Y
hete que aquí nos hemos enterado de buena tinta de que precisamente en
estos días por fín el Gobierno Venezolano ha estatuído un nuevo y
prestigioso título nobiliario que, por lo que se rumorea, estará
esencialmente destinado a premiar y con carácter vitalicio, y por
supuesto heredable, a aquellos políticos que hayan destacado en su
gestión o en algún aspecto particular de esta, o que sin más hayan sido
bien célebres por su mandato.
Así,
entre los primeros aspirantes a agraciados de tan ansiado y novedoso
galardón, y según sabemos por fuentes bien informadas próximas al
Palacio de Miraflores, se barajan naturalmente y con insistencia los
nombres de Chávez y de Fidel Castro, aún a título póstumo, de este nuevo
galardón que todos consideran que será un mundialmente y muy deseado
nuevo marquesado: y que precisamente llevará por fiel título...el de "
Marqués de Maduro".
Estas
mismas fuentes de toda solvencia, han apuntado que una vez
cumplimentados insoslayablemente estos estadistas ya fallecidos, sin
duda merecedores de este inédito marquesado, ya que cuando menos fueron
muy célebres en sus respectivos mandatos, y a su vez indiscutibles
maestros y sin parangón del Presidente Maduro, para la siguiente edición
posible -ya que todavía está por determinar la exacta periodicidad de
su concesión- se postula con fuerza el nombre del propio Nicolás Maduro,
que en tal circunstancia y de confirmarse, sería el tercer Marqués de
Maduro, como vemos, el propio creador de este novísimo y ansiado título.
Otro
aspecto a dilucidar será la precisa asignación económica con la que
contará este toison. Se habla de sustanciosas participaciones
accionariales en el crudo iraní más que en el propio venezolano y ello
en pos de otorgarle una cierta garantía de continuidad al nuevo título
nobiliario bolivariano. Tampoco se ha descartado una asignación referida
a las explotaciones de oro del país caribeño. Pero lo que se rumorea
con mayor insistencia es una más que estable participación en las
tradicionales, exóticas y selváticas exportaciones del Gobierno
madurista a los mercados occidentales, lo que sin duda dará un mayor
relumbre y prestigio a este inédito Marquesado.
Ha
sido saberse de este nuevo título nobiliario y se han disparado todo
tipo de rumores internacionales sobre posibles candidatos a su ansiada
concesión: nombres como los de Bolsonaro, Putin o Trump han sonado y se
han barajado con insistencia y no ya sólo por su consabida celebridad
como mandatarios, sino por como algunos de ellos está siendo
especialmente conocido a partir de su gestión de la pandemia del
Covid19.
Y en lo tocante a
nuestro país, el interés sobre el nuevo título y sobre los candidatos
merecedores del mismo, se ha convertido en una fuente inagotable de
debate y de todo tipo de rumores. Lo cual tiene fácil explicación, ya
que la gestión de la pandemia del virus de Wuhan nos ha hecho famosos
entre las más de 200 naciones que conforman el globo. Pues ya sabemos
que ocupamos el liderato tanto en fallecidos como en contagiados
sanitarios por millón de habitantes. Un doble logro nada fácil de
obtener.
A partir de lo
cual y con toda lógica se barajan como posibles agraciados del título de
Marques de Maduro, el propio monarca Felipe VI como Jefe de nuestro
actualmente tan célebre estado. Sin descartarse que naturalmente tal
galardón finalmente se le conceda a nuestro Presidente Pedro Sánchez.
Otras fuentes apuntan con insistencia a nuestro vicepresidente para
asuntos sociales como posible receptor del mismo. Pues el
muy
llamativo resultado de la gestión de las residencias de ancianos hace
de él sin duda un firme candidato al preciado título venezolano. Pero su
natural humildad, y aunque asumió en su día el mando único de las
residencias, le lleva en la actualidad a intentar compartir lo alcanzado
en las dichas residencias con las comunidades autonomas, fondos buitres
y demás, lo que hacen de él un candidato más que dudoso para finalmente
poder alzarse con el nuevo Marquesado, que esencialmente premia una
gestión netamente individual. Y lo que parece descartarlo por completo y
como es de todos sabido, es que ya goza nuestro vicepresidente de un
previo y muy popular título de Marqués de carácter nacional.
Seguiremos informando.
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