La Comunidad Valenciana acaba de aprobar un Bono Viaje para los residentes en esa Comunidad y para viajes internos a ella, iniciativa que, siendo positiva, tendrá efectos muy limitados para incentivar la demanda y nulos como elemento de apoyo a las agencias de viajes.
Pretender que las AA.VV. con nula liquidez, fruto de más de ocho meses prácticamente sin ventas, pero soportando costes sin reducción más que en el aspecto de los de personal a través de los ERTE, sean financiadores de la Administración en los bonos tramitados a través de ellas, es pura ignorancia de la situación o un intento de excluirlas indirecta, pero realmente, de la iniciativa de los bonos (...o bien ambas cosas).
El programa de Bonos Viajes recientemente aprobado, no va a sacar ningún empleado de agencia de viajes de los ERTE ni abrirá ninguna agencia de viajes actualmente cerrada porque es absolutamente inútil para reactivar a las agencias, y la Federación Empresarial de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viajes Españolas (FETAVE), teme que tampoco tendrá efectos sensibles sobre la demanda turística interna de la Comunidad Valenciana.
FETAVE, sin discutir la buena intención de la iniciativa, sobre la que no ha sido consultada, su propio carácter limitado por su ámbito de aplicación, Comunidad Valenciana y sus residentes, adolece del mismo problema que otras iniciativas similares de otras CC.AA., y al igual que muchas de ellas, amenaza convertirse en una pura operación de marketing e imagen sin efecto práctico sobre la demanda turística interna tanto de la propia Comunidad, como nacional, sólo movilizable con una acción coordinada entre Comunidades Autónomas y Ministerio en el marco de la Conferencia Sectorial poniendo las acciones de promoción en común, incluido los recursos del IMSERSO respetando en este caso sus destinatarios, los mayores, dando una dimensión nacional superadora de la política de taifas turísticas que, por su propio ámbito, esteriliza en muchos casos las acciones posibles con ellas y no permite las de ámbito superior a la de las Comunidades con lo que el efecto real sobre ese 45% del PIB turístico que representa el turismo interno será irrelevante por muy bien intencionado que sea.
Para un efecto significativo de estímulo de la demanda turística interna, ese 45% del PIB turístico y 50% de su empleo en 2019, además de un programa de ámbito nacional, se requiere que los programas de bonos sean canjeables a través de agencias de viajes, clave para la distribución homogénea de los mismos entre los distintos actores de la cadena de valor y siendo además el sector turístico más afectado por la crisis de la COVD-19, tal y como se ha hecho en los programas de algunas CC.AA., y sin que estas se conviertan en "colaboradores" de la Administración financiando sus acciones y asumiendo los costes de gestión, lo que, sin perjuicio de ayudas directas como se ha hecho en otros países, permitiría reactivar su funcionamiento.
Y todo ello, sin perjuicio de que, para FETAVE, la política turística más importante y eficiente en estos momentos es situar los índices de contagios en cada una de las CC.AA., y consecuentemente de España, en los niveles correspondientes al color verde de la clasificación aprobada por el Consejo Europeo y, al menos, en color naranja por más que ello no sea competencia de Turismo sino de Sanidad en cada Comunidad Autónoma, sin lo que, mientras se mantenga el nivel de rojo, la reactivación será una quimera, pero no por ello menos necesitada de acciones promocionales coordinadas como las que FETAVE viene demandando a las Comunidades Autónomas competentes en Turismo y al propio Ministerio.
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