Placa del General Vicente Rojo en Sagunt. EPDA
Homenaje al General Vicente Rojo. EPDA El Ayuntamiento de
Sagunt junto con la ciudadanía homenajearon el pasado viernes 29 de
marzo al general Vicente Rojo Lluch. Este acto, organizado por la
asociación l’Arxiu del Camp de Morvedre en colaboración con el
Ayuntamiento de Sagunt, conmemoraba los 25 años de la declaración
del general como hijo adoptivo de Sagunt y los 125 años de su
nacimiento.
Al acto asistió el
alcalde de Sagunt, Quico Fernández; los concejales José Manuel
Tarazona, Guillermo Sampedro y Enric Ariño; el alcalde de Font de la
Figuera, Vicent Muñoz; y la diputada autonómica, Teresa García,
quienes recibieron al hijo y al nieto del general.
La jornada comenzó a las
18.30 horas con una visita a la recientemente denominada plaza
General Vicente Rojo, antiguamente conocida como plaza Xocainet.
Posteriormente, a las 19 horas, tuvo lugar una charla en el salón de
actos del CEIP Cronista Chabret a cargo de su nieto, José Andrés
Rojo, escritor del libro Vicente Rojo: retrato de un republicano
y contó con la presencia en la mesa del alcalde de Sagunto, Quico
Fernández y de la periodista local y familiar del general, María
José Gimeno.
Quico Fernández
agradeció la presencia de todas las personas que acudieron al acto
en la plaza y recordó que, desde hace unos meses, “el
ayuntamiento decidió en un acto de justicia cambiar una serie de
nombres, ya que la memoria histórica o democrática nos obliga
justamente a borrar toda la terminología y los símbolos que nos
vinculaban con el franquismo. No siempre estas decisiones son
absolutamente compartidas, pero es una cuestión legal y que nosotros
hacemos gustosamente”.
El alcalde de la Font de
la Figuera, Vicent Muñoz, agradecido por la invitación, afirmó
estar “muy contento de volver a ver a la familia, ya que hace
unos meses tuvimos unas jornadas de memoria democrática. Es
importante ensalzar figuras tan importantes como las del general
Rojo, por la que nos hermanamos hoy, para recordar la historia y para
que no se vuelva a repetir”.
Militar, católico y
patriota. Con estos términos se definía el general Rojo, nacido en
la Font de la Figuera (Valencia) en 1894. Fue un militar español y
jefe de Estado Mayor del ejército republicano durante la Guerra
Civil Española. Su compromiso con la República ha resultado para
muchos historiadores un enigma. Sin embargo, su gran entrega al
desafío de ganar la guerra al fascismo y la modernidad de muchas de
sus ideas descubren a un militar atípico que participó del clima de
renovación que se inició en España con la llegada de la República.
Cuando las tropas
franquistas se disponían a tomar Madrid en noviembre de 1936,
Vicente Rojo fue nombrado jefe de Estado Mayor de las fuerzas
militares de la defensa y encargado, por tanto, de dirigir la
resistencia de una ciudad que se daba casi por perdida. Madrid
resistió y, a partir de entonces, su papel en el Ejército Popular
cobró cada vez mayor relevancia. En mayo de 1937, con la llegada de
Negrín al poder, se convirtió en la figura más destacada de las
tropas republicanas: las batallas de Brunete y Belchite, la toma de
Teruel o la maniobra del Ebro, entre otras, fueron algunas de las
iniciativas que puso en marcha con la voluntad de frenar el avance de
las fuerzas de Franco.
Tras la campaña de
Cataluña, siguió ocupándose de las tropas recluidas en Francia en
diferentes campos de concentración. Cuando iba a incorporarse a la
zona central, se produjo el golpe de Casado, que precipitó el final
de la guerra. Al finalizar la guerra estuvo exiliado en Francia,
Argentina y Bolivia, y es en 1957 cuando logra regresar a España.
Fue juzgado por los tribunales militares franquistas y condenado a
cadena perpetua por «auxilio a la rebelión militar». Aunque quedó
indultado, fue desposeído de su cargo. También fue profesor y es
autor de diversos libros sobre la Guerra Civil y la ciencia militar.
Finalmente, murió en 1966 en el barrio de Rosas Rías, en Madrid.
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